Todo el mundo sabe de la situación española: estamos al borde del rescate, nuestra credibilidad está por los suelos, tenemos un alto índice de corrupción, vamos a sufrir ajustes y recortes en sectores tan necesarios y tan indispensables como son la educación y la sanidad, tenemos uno de los niveles de paro más altos de toda Europa etc. Pero hubo varios momentos en los que nuestra situación era mejor -sí, habéis leido bien- que la de la ya citada Inglaterra. ¿Cómo es posible esto? Lo que sucedió es que por un momento hubo cosas que no se podían pagar en Inglaterra – véase la deuda – o por ejemplo, los subsidios a desempleados y pensiones a jubilados. Sin embargo, mientras que el país del Támesis decidió solucionar las cosas, nosotros nos quedamos quietos. Y esta, es la consecuencia de ese acto.
¿Qué hizo Gran Bretaña? Muy fácil. Apretó el botón e imprimió más dinero. Sí, así de fácil. Pero quizás no todo era tan ‘perfecto’ porque esto trajo determinadas consecuencias. Algunas de ellas son:
– Aumento de la inflación: por si no lo sabéis o desconocéis qué es la inflación, diré que es el aumento progresivo del precio de los bienes y servicios en relación con una divisa. Si hay más dinero en circulación, éste va perdiendo su valor, por lo que los precios aumentan para hacerle frente . Hay muchas formas de aumentar la inflación. ¿Sabíais que la Alemania nazi intentó hundir la economía inglesa poniendo en circulación una gran cantidad de libras esterlinas? Ahí va.
– Aumento de precios: es de lo que estuvimos hablando anteriormente. Los precios suben. Quizás la repercusión en Reino Unido hubiese sido de 1 o 2 libras tras la impresión de dinero. Pero os puedo asegurar que esa subida de precios duró dos o tres meses. Después, la situación se volvió a estabilizar. Probablemente el hecho de apretar el botón rojo hubiese repercutido en atraer a inversores extranjeros. ¿Lo véis?
– ¿Burbujas? Hay varios sectores que argumentan que el aumento generalizado de la inflación puede provocar burbujas. Podemos decir que esto tiene parte de verdad o que puede ser falso también. De lo que sí podemos hablar es de la creación de estas burbujas. En una economía como la nuestra, las burbujas se crean por doquier haya o no inflación. Pueden crearlas, pero no es algo determinante.
Pero no será tan sencillo para nosotros. Estamos en una ‘unión’ -curioso nombre por cierto para una agrupación de países que se intentan ‘comer’ económicamente unos a otros- en la que tenemos una moneda única llamada euro – ¡ay! Si nosotros no estuviésemos en una unión económica probablemente nuestra situación económica se hubiese solucionado hace mucho. Pero, ¡no! La realidad es que no es para nada así.
Mientras que podemos observar cómo otros países se recuperan y se fortalecen bien con inversiones económicas, bien sin ellas, nosotros nos quedamos quietos y no avanzamos.
Miento, sí lo hacemos: pedimos dinero a un Banco Central Europeo – el famoso, el idolatrado, el pésimo… BCE – que se encarga de atacarnos como si fuese un depredador y nosotros fuésemos su presa. ¿El por qué de esta afirmación? Porque lejos de ser una institución que se dedique a apoyar económicamente a los países, lo que hace es prestarles dinero – euros… – con intereses para su propio beneficio económico. Y no sólo es su culpa, claro. También está Alemania, la ganadora de la crisis.
Lo único que podemos sacar en claro es que Inglaterra nos ha marcado un gol. Nos guste o no.