Sin lugar a dudas esto es una buena noticia. Las empresas automovilísticas del norte de Europa han empezado a cerrar muchas de sus plantas (en torno a unas 90), y todo ello motivado por la búsqueda de la ventaja competitiva en costes de producción. España, por su parte, que sigue siendo el segundo mayor productor de automóviles turismo y el primer productor de vehículos industriales de Europa, está resistiendo al cierre de las plantas (únicamente ha cerrado la planta Santana en Linares, Jaén) en parte debido al gran volumen de exportaciones que tiene el sector -9 de cada 10 vehículos en nuestro país son destinados a mercados internacionales- y, por otro lado, por el mantenimiento de la competitividad respecto a otros países.
Renault tenía hasta hace unos meses tres países candidatos para acometer estas inversiones. Hablamos de la propia Francia –conviene recordarque el estado francés es dueño de un 15% de Renault-, de Turquía y, por último, España. Sin lugar a duda, el patriotismo ha quedado de lado para los franceses, simplemente para buscar la eficiencia económica. ¿Y que tiene España que no tengan los otros países? Pues esto es así, porque en primer lugar la competitividad se va a mantener (o aumentar) debido al descenso de los costes laborales. Aquí se habla por un lado de que ha sido el Gobierno el que se ha apuntado el tanto debido a su reforma laboral, y por otro lado, los propios sindicatos que llevan negociando con la compañía francesa un convenio desde 2008 que daría una mayor flexibilidad laboral sin perjudicar demasiado los derechos de los trabajadores. Otro punto importante a favor es que Renault planea que la industria auxiliar que provee a la empresa de componentes como por ejemplo las cajas de cambio, se sitúe en torno a la fábrica en un radio de no más de 100 km. Con esto se conseguiría reducir los costes logísticos de manera importante, ya que en ocasiones este coste puede suponer un 10% del total del vehículo. Es por ello, que aparte de los empleos directos que se puedan crear, puede ser una gran oportunidad para el incremento de los empleos indirectos en Castilla y León.
Estamos viendo entonces, como la industria del automóvil está apostando fuerte por España. Desde luego es un sector estratégico en nuestro país, puesto que supone en torno a un 10% del total de la facturación del sector industrial. Las multinacionales se están dando cuenta de ello, pues no sólo Renault va realizar importantes inversiones; sino también está en los planes de Ford, Iveco, Nissan o Seat, que en total podrían invertir en sus plantas españolas unos 2.000 millones en los próximos años.
Pese a la gran disminución de la demanda interna que se ha producido en la venta de automóviles –se han vendido unos 750.000 vehículos en el último año, cuando la demanda natural en España son 1.200.000- una gran solución, como bien es sabido,es mirar fuera de nuestras fronteras y poder abrir nuevos mercados e incrementar nuestras exportaciones. Desde luego, ese sería uno de los buenos caminos que habría que seguir para paliar el efecto de nuestra crisis y olvidar la gran resaca que nos ha dado el sector de la construcción, pero hay que actuar rápido y la administración debería apostar fuerte en ello.
¡Es una gran noticia Fernando! Estamos un poco cansados de tanto ERE… lo que nos hace falta son más como esta 😀