Simplemente observando una serie de cifras, se puede uno figurar la magnitud del atractivo que el sistema fiscal holandés reúne. Se caracteriza por unos ciertos tipos impositivos societarios inferiores a la media europea y, sobre todo, por un laxa legislación a la hora de transferir fondos al extranjero, incluido a los paraísos fiscales. Pero, ¿es entonces Holanda un paraíso fiscal? Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), no lo es.
Un paraíso fiscal es un territorio o Estado en el que la tributación exigida a los no residentes -entidades o individuos- es nula o prácticamente inexistente. Estos territorios sólo suelen ser accesibles para grandes capitales que buscan reducir la carga impositiva a la que están sujetos en sus domicilios y, generalmente, rehuyen del pequeño inversor.
Según el criterio de la OCDE, para que un país o territorio sea considerado paraíso fiscal debe de reunir lo siguiente:
– Ausencia de impuestos o sólo tributos nominales – Carencia de intercambio efectivo de información con las autoridades de otros Estados para compartir qué empresas o ciudadanos tienen activos en su territorio – Falta de transparencia con normas administrativas y/o legislativas – No exigencia de actividad real a personas físicas o jurídicas no residentes
Sin embargo, el factor que más pondera a la hora de considerar si un territorio es calificado por la OCDE como paraíso fiscal, no es otro que la disposición y cooperación que éste ofrezca a la hora del cruce de información con otros Estados o territorios.
Los paraísos fiscales al prestar sus favorables sistemas impositivos a personas o sociedades no residentes, en ocasiones, son acuñados también como centros financieros offshire o extraterritoriales.
Aunque Holanda no se encuentra en la última lista de paraísos fiscales publicada por la OCDE en noviembre de 2011, el organismo sí le ha señalado como un territorio miembro de la Unión Europea que está desarrollando una competencia fiscal desleal. Debido al papel clave jugado en las estrategias fiscales internacionales. Principalmente, por su amplia oferta de instrumentos financieros que permiten ventajas fiscales a no residentes (sociedades e individuos).
No es de extrañar que anualmente, billones de euros hagan escala en Holanda. De hecho, es el país europeo que lidera el ranking de los movimientos mundiales de capital con Irlanda, Luxemburgo y Suiza. Un total de 80 de las 100 empresas más grandes del mundo (Google, Dell, Desigual, o Yahoo!) tienen su sede en los Países Bajos y sobre 15.000 personas trabajan apoyando desde el sector servicios este rentable “negocio nacional”.
Como hemos dicho, una de las características que hacen su sistema fiscal atractivo son las facilidades que existen para realizar transferencias financieras internacionales, gracias a los convenios de doble imposición. Por ello, muchas han sido las multinacionales – a través de estructuras holding- que han usado la artimaña legal con entidades neerlandesas para ahorrar parte de la cargar fiscal en otros territorios. En efecto, Holanda es el país con un mayor número de tratados de doble imposición fiscal.
Los convenios fiscales -acuerdos bilaterales para evitar la doble imposición a empresas por un mismo hecho imponible- puntualmente suelen ser aprovechados para recolocar este derecho de exención impositiva a su antojo por bancos, grandes multinacionales y fondos de inversión.
En Holanda, el mayor volumen de flujos financieros circula en sociedades sin actividad real en el país y que sólo trabajan a través de un apartado de correos, las ‘compañías PO Box. Por ejemplo, un inversor ruso que quiere invertir en España, no lo hace directamente sino que transfiere sus fondos a su sociedad holandesa para poder aprovechar las ventajas fiscales y desviar luego el dinero a la inversión española obteniendo un gran ahorro impositivo.
Ahora que medianamente nos hemos familiarizado con los convenios internaciones, los paraísos fiscales y la situación holandesa; estamos en disposición de analizar las estructuras fiscales que ofrece el mercado neerlandés. Pero esto será en la siguiente entrega.
Excelente 😉
Muchas gracias David
ahí en Holanda tiene su sede fiscal U2…