No ha cambiado nada durante el mes de mayo lo que se ha venido en llamar el “efecto lunes” en las gasolineras. ¿De qué se trata? Pues sencillamente de una bajada en los precios de las petroleras ese día de la semana para volverlos a subir el martes y así aparecer más baratos para las estadísticas europeas.
Al menos es lo que nos cuenta la CNE, la Comisión Nacional de la Energía, quien incluso ha abierto un expediente informativo y la CNC, la Comisión Nacional de Competencia, una investigación al respecto. Los datos no dejan lugar a las dudas: el precio de la gasolina 95 cayó un 1% el lunes frente al domingo, para volver a subir el martes un 1,7%. Algo similar ocurre en el caso del gasóleo.
¿Se puede entender este “efecto lunes” como un pacto de precios para estafar al resto de ciudadanos?, ¿o una solución para ir los lunes a la gasolinera y llenar el déposito? No es la primera vez que oigo a compañeros de trabajo, vecinos y amigos decir que precisamente aprovechan esta bajada de precios para repostar. La diferencia pues estar en torno a los cinco céntimos por litro de un día para otro. Yo me inclino un poco más por la versión de la estafa, ¿no creéis vosotros?
En tiempos de crisis este tipo de “soluciones” se ven como beneficiosas para los ciudadanos, pero a fin de cuentas los que precisamente salen beneficiados no somos nosotros… Porque tan complicado no parece desenmascarar qué es lo que está pasando en este asunto para que la CNC abra una investigación al respecto, ¿no?. ¿Se ríen las petroleras? Sí, y mucho. ¿Mira el gobierno hacia otro lado? Por supuesto.
En este sentido habría que plantearse dónde quedan las energías renovables, el uso del coche eléctrico del que venimos oyendo cantos de sirena desde hace muchos años… El poder de las grandes petroleras parece que llega a tales extremos que los gobernantes no pueden hacer nada al respecto. Solo abrir investigaciones y expedientes informativos que no van a llevar a ninguna parte. Estrategias para hacernos creer que están preocupadísimos por el tema.
La protección política es aplastante en este sentido. Es curioso leer en los periódicos noticias del denominado efecto lunes con palabras textuales al estilo de “La CNE detecta un marcado efecto lunes de las gasolineras para camuflar precios…” Imagino que la investigación ha tenido que ser ardua para llegar a tal conclusión, ¿verdad?…
En este sentido yo siempre me planteé la posibilidad de crear gasolineras del estado a un precio realmente razonable, lo que conllevaría a que las grandes petroleras tuviesen que bajar sus precios para hacer frente a la competencia. Además de la consiguiente creación de empleo que se daría.
Hay que reconocer que, en este sentido, en España no hay ningún tipo de competencia con respecto a los combustibles. Y, visto lo visto con el efecto lunes, dicha afirmación se intensifica aún más.