La propuesta fue planteada en una reunión realizada por el Ministerio de Desarrollo y once de las multinacionales más activas –principalmente productoras de tabaco, de materiales de construcción, de productos de pasta, bebidas, de higiene personal y del hogar así como de productos lácteos– que operan en el país heleno. Concretamente proponen salarios de 250 a 300 euros por unas pocas horas, en jornada semanal de 3 o 4 días para los jóvenes de entre 15 y 24 años.
El objetivo sigue siendo el mismo, mejorar la competitividad del producto heleno en los mercados internacionales. La idea, completamente errónea y oportunista (desde mi punto de vista), es exprimir los costos para poder ser competitivas y no tener que cambiar las sedes de sus empresas a países más “cómodos” en materia de empleo. Y sí, esto afecta fundamentalmente a los trabajos de bajo valor añadido, como podemos ver en los sectores que realizan la propuesta.
Por supuesto, el gobierno heleno se ha apresurado a negar que esto esté en sus planes más inmediatos y que no se contempla en un futuro próximo. Aunque ya han dejado caer que la Comisión Europea contempla desde hace un par de años la necesidad de bajar el salario mínimo para ser competitivos.
Estas grandes multinacionales que mantienen intereses en Grecia están buscando maneras de mejorar costos para poder ser competitivas frente a sus rivales, que mantienen instalaciones de producción en Europa del Este o Asia. Pero esta propuesta no se detiene aquí, si no que también se plantea reducir el tiempo de advertencia de despedido a un empleado para así reducir la compensación prevista.
En Europa existe una corriente que cree que la salida a la crisis que estamos viviendo actualmente es ser más competitivos. Hasta ese punto todos estaremos de acuerdo, pero conseguir la competitividad a base de bajar los salarios, reducir las jornadas de trabajo y reducir los derechos de los trabajadores no creo que sea la forma más apropiada o efectiva para conseguirlo.
Y es que hay argumentos para todos los gustos. Las multinacionales indican que necesitan facilidades para contratar a los jóvenes griegos para que de este modo consigan la experiencia necesaria y un dinero que necesitan urgentemente. Por otro lado, los que indican que si pueden conseguir mano de obra barata y sin derechos, porque tendrían que contratar en un futuro a gente con horario completo y un salario regular.
¿Esta es la mejor forma de superar una crisis? ¿Estas medidas nos proporciona la competitividad deseada? ¿De verdad que queremos competir con países sin derechos laborales? Si finalmente se aplicase, ¿lo veríamos en España en un breve futuro?