El pasado 16 de julio ya nos hacíamos eco de la noticia. Desapercibida para la mayoría de medios de comunicación, pasaba al subida de las retenciones a profesionales, sobre la que había grandes discrepancias. Mientras que se publicaba que el porcentaje era elevado por el ejecutivo en 6 puntos, pasando del 15% al 21%, en el BOE correspondiente al 14 de julio, sólo la exposición de motivos mencionaba algo al respecto. Si profundizábamos en el documento, toda alusión a este tema indicaba que en realidad el porcentaje a aplicar subiría en 4 puntos, esto es, al 19%. La diferencia es considerable.

Pero en realidad, ¿de qué estamos hablando? De lo que realmente va a ingresar en su cuenta corriente cada profesional por trabajo realizado. De todas sus facturas -siempre y cuando su actividad esté sujeta a retención- se detrae una parte en concepto de anticipo a la Hacienda Pública Española. Por tanto, no se trata de ninguna tontería. A este incremento en la imposición directa, hay que sumar el incremento para la mayor parte de profesiones en la imposición indirecta -IVA-, que aunque recae sobre el consumidor, dada la desaceleración en el consumo, absorverán en la mayor parte de los casos los propios profesionales. Es decir, si no quieren perder clientes, no podrán incrementar el precio de los servicios. Como a la Administración habrá que pagarle el IVA sin excepciones, en realidad el consumidor no notará la diferencia en estos cambios -salvo en servicios concretos, como el eléctrico, por ejemplo-. Además, en este tema, se incluyen ingresos conseguidos por impartir cursos, seminarios o conferencias y los derivados de la elaboración de obras literarias, artísticas o científicas así que bloggeros, preparaos para ver mermados vuestros ingresos.

Esta modificación sustancial de la imposición directa, formaba parte de la letra pequeña de reforma fiscal, puesto que en ningún momento fue anunciada de forma pública en la comparecencia de Rajoy del miércoles 11 de julio. Quizá su equipo no la consideró relevante. Ahora bien, que se lo pregunten a empresarios y profesionles, estamos convencidos de que su opinión será bien distinta. ¡No olvidéis que esto afecta a vuestras liquidaciones trimestrales correspondientes al ingreso a cuenta de IRPF!

¿Cómo queda el asunto?

No queremos dejar pasar la información sobre cuál es la situación final de los cambios en las retenciones, tipos aplicables y sus plazos, puesto que por la importancia que sabemos que tiene para vosotros, se trata de un imprescindible para vuestras actividades profesionales:

– Hasta el 31 de agosto de 2012, se conserva el 15%. – De forma transitoria, del 1 de septiembre al 31 de diciembre de 2013, se fija en el 21%. – A partir del 1 de enero de 2014, el porcentaje establecido será el 19%.

La reacción de los autónomos

Las organizaciones de autónomos han puesto el grito en el cielo al confirmarse este cambio de las retenciones en el IRPF, que consideran, tanto ATA como UPTA, abusivo y desproporcionado. Pero no os preocupéis, no están perdiendo el tiempo. Ya han estimado la repercusión para su colectivo: cada autónomo pagará de media sobre 1.100 euros adicionales al año. Están estudiando cómo poder ejercer su derecho de réplica. La base sobre la que se sustentan sus reivindicaciones la encontramos en una sentencia del Tribunal Supremo en la que se declaró nula la subida planteada en julio de 1999 hasta el 20%. Con ella, se crea jurisprudencia en esta materia, declarando que se contravenía el principio constitucional de capacidad económica o de pago, además de ser una medida desproporcionada que podía tener efectos confiscatorios.