Hoy queremos informaros de una de las principales medidas tributarias que surtirá efectos durante los dos próximos años, 2013 y 2014. Se trata del incremento de la recaudación a través de los premios de sorteos estatales. Hasta el 31 de diciembre de 2012, los premios de la ONCE, Cruz Roja Española y Loteriales y Apuestas del Estado y otros sorteos de las Comunidades Autónomas, continuarán exentos como hasta ahora, según dispone la legislación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
La decisión del Consejo de Ministros del pasado 27 de septiembre se articula a través de la creación de un nuevo impuesto, se presupone que de carácter estatal, que gravará con un 20% los premios obtenidos. Según ha informado el ministro Cristóbal Montoro, se trata de un impuesto de carácter indirecto, puesto que no tiene en cuenta las circunstancias personales de quien lo recibe y que se aplicará mediante el sistema de retención. Esto es, el ganador del sorteo de la ONCE recibirá el importe neto del premio, es decir, habiendo liquidado ya el impuesto correspondiente.
Por otro lado, la medida no afecta a todos los premios obtenidos: quedarán sujetos al nuevo impuesto aquellos que superen los 2.500 euros, según los datos estadísticos facilitados, aproximadamente, un 40% de la totalidad de premios que se reparten a lo largo del año. Con esta medida el Estado espera recaudar la cifra de 824 millones de euros.
Tengo que reconocerlo: ¡encuentro un lado positivo a este cambio! Os explico. La legislación española en materia de renta actual, otorga la posibilidad de eliminar la exención en materia de IRPF. Me explico: en sí mismos, los premios de todos estos sorteos están sujetos a la ley de IRPF. Son rendimientos que se añadirían a nuestros ingresos íntegros para determinar el tipo impositivo -progresivo sin ser confiscatorio- que nos corresponde en la factura fiscal, de no ser por la existencia de la exención expresa del impuesto. Por tanto, hubiese sido mucho más sencillo limitarse a eliminar la exención y punto, cosa que conllevaría una recaudación por parte del estado muy superior a la que se nos está planteando ahora.
Así, bueno, todos preferimos que si nos tocan los 9 millones de euros de la ONCE cobrarlos íntegros, pero sinceramente, no tengo inconveniente en que se me ingresen en cuenta 7,2 millones de euros habiendo ya saldado mis cuentas con la Agencia Tributaria. Y vosotros ¿qué opináis?