El CEO de U-tad -Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital-, Don Jorge Calderón, presentaba ayer en Madrid cinco consejos o pautas básicas dirigidas fundamentalmente a profesionales, aunque también podrían aplicarse a pymes no muy evolucionadas. El enfoque es claro y conciso: ¿cómo podemos reconducir nuestra carrera profesional para dejar atrás su carácter tradicional y dirigirnos hacia la economía digital?
Y la motivación también lo es, puesto que no podemos seguir viviendo al marten de la evolución de este sector, el cual se prevé que registre el mayor número de nuevas oportunidades de empleo a lo largo de este año nuevo 2013 y de los que le seguirán. Según palabras de Calderón:
Los últimos informes publicados sobre el mercado laboral en España apuntan para el año que empieza a un crecimiento en la demanda de profesiones relacionadas con la economía digital. Diversas publicaciones en torno a los contenidos digitales señalan que la digitalización en este sector va a continuar su tendencia como motor de los nuevos modelos operativos y del incremento de los ingresos generados en el sector.
Es obvio que esta demanda existe, sin embargo tenemos que reconocer que también existen ciertas dificultades a la hora de desarrollar una adaptación ya sea por desconocer los pasos o la formación imprescindibles o por no ver el modo en el que su profesión se puede adapatar a la era digital. Para superar estas limitaciones, U-tad expone las siguientes cuestiones:
¿Tu profesión es digital?
Empezar con una autoreflexión es un buen comienzo y en la mayor parte de los casos, la respuesta a esta pregunta será afirmativa. El error, según U-tad es pensar que se trata de un sector que se nutre únicamente de especialistas en tecnología y expertos en programación.
La economía digital es un equivalente de la analógica, y por tanto necesita a una diversidad de roles profesionales muy similar: vendedores, diseñadores, artistas, ingenieros o médicos. Obviamente, hay profesiones específicas que requieren de un alto grado de preparación tecnológica, pero muchos de los trabajos 2.0 tienen su equivalente previo en el mundo 1.0. Identificarlos es el primer paso.
Define tus necesidades
No es lo mismo un diseñador que un diseñador online, un creador de contenidos que un creador de contenidos digitales, ni un profesional del marketing que opera en las vías tradicionales que uno que desarrolla su actividad en la web.
Determinar los conocimientos propios es un buen punto de partida. El siguiente es establecer las reglas de funcionamiento que es necesario dominar para explotar adecuadamente esos conocimientos dentro de la economía digital.
Encuentra la formación adecuada
La transición de un mundo a otro requerirá siempre de un aprendizaje. Existen nuevos grados universitarios enfocados al entorno digital, con contacto directo desde el primer año con empresas del sector donde realizar prácticas y proyectos. Pero también hay másters y otras modalidades de formación que pueden reconducir una carrera profesional a campos como el comercio electrónico, el Marketing Mobil, la gestión de empresas que operan en internet, la creación de aplicaciones, el diseño de videojuegos o la animación. ¡Pero no sólo eso! Existe formación gratuita en el marco del Plan Avanza dirigida a colectivos específicos en caso de que se cumplan determinadas condiciones.
Entrar en la economía digital no es una cuestión de edad. Los jóvenes necesitan conocimiento nuevo, y los más veteranos, adaptar el que ya tienen al nuevo entorno.
Dibuja tu perfil online
No se puede pretender destacar en el mundo digital sin demostrar que se conocen sus principales canales de comunicación y autopromoción. Busca las redes sociales que más pueden ayudar a difundir tu marca personal y experiencia (Linkedin, grupos, foros). Nos aconsejan también, en caso de tener una cuenta en Twitter, abrir otra dedicada únicamente a la vertiente profesional.
Son buenos marcos donde darse a conocer y demostrar proactividad y experiencia, además de una útil fuente de contactos. Conviene no caer en el error de usarlos directamente para pedir trabajo; mostrar nuestro conocimiento puede ser la manera más eficaz de llamar la atención de futuros partners o empleadores.
Si nadie te da trabajo, créatelo tú mismo
Si hay algo en lo que la economía digital esté destacando especialmente es en el gran número de emprendedores que desarrollan su trabajo en este ámbito, en lo que Difoosion somos un claro ejemplo. Los contenidos, el ocio, el e-commerce, son campos donde surgen continuamente nuevas empresas.
Actualmente, es sin duda el mejor entorno en el que poner en marcha un proyecto. Quienes tengan experiencia en la creación de empresas en la economía tradicional, encontrarán en la digital un campo lleno de oportunidades, pero sujeto a reglas propias, distintas pero con el mismo nivel de exigencia, para las que se hace imprescindible adquirir formación especializada.
Así que ya sabéis, ¡no hay excusas para no evolucionar en la era digital! Pero me gustaría saber vuestra opinión, ¿consideras que tu profesión no es digital? ¿Qué dificultades encuentras a la hora de adaptarte?
Excelente artículo, soy un veterano periodista y director creativo de publicidad de la rama de dirección de arte y redacción, Trabajé unos 25 años entre papeles, pinceles, compases, reglas, tintas y una infinidad de artilugios hasta que ZAS…casi como por arte de magia un MAC cambió mi vida. Definitivamente de acuerdo conn el artículo, mis conocimientos anteriores son, incluso, la ventaja enorme que llevo a las nuevas generaciones que no los conocieron y sólo saben lo que la Informática les puede dar. También es cierto que una enorme cantidad de informáticos o gente que empezaron a manejar más o menos bien un ordenador, se autoproclamaron diseñadores en todas sus posibilidades, gráficos, decoradores, escaparatistas y hasta pintores porque ya podían hacer un círculo perfectamente redondo y cambiarle los colores en un click. Luego, y a la vista está, no saben muy bien qué hacer con ese círculo y tantos colores. Tampoco debemos saber todos de todo, basta con que cada uno sepa mucho de lo suyo, así entre todos hacemos las cosas bien. Otro de los grandes errores de esta época, perdonar los errores para no ser tan rígidos como en otros años, pero al perdonarlos contribuimos a que las cosas mal hechas se dejen pasar, o bien porque el profesional no se exige o porque el público no sabe exigir, ya sea por falta de conocimientos o de ganas de molestarse.
Muchas gracias por tu comentario Guillermo, me alegro de que te haya gustado 😀