Lo que era un rumor a voces, hoy ya es una realidad. Según anunció ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, estas subidas tributarias incluyen la eliminación de deducciones en el Impuesto de Sociedades, el alza de las tasas del tabaco y el alcohol y un nuevo impuesto sobre gases fluorados. Estos cambios supondrán, en teoría, una recaudación extra para el Estado de unos 4.700 millones de euros. Habrá que ver si estas estimaciones son reales o se produce una bajada del consumo y por lo tanto una recaudación más modesta.
Las cuatro subidas fiscales.
Alcohol y tabaco.
De esta subida están exentos el vino y la cerveza, algo que dará un respiro a nuestras bodegas, esta subida impositiva afecta exclusivamente a las bebidas espirituosas. Con una subida del impuesto de un 10%. En otras palabras, pasará de 8,30 euros por litro de alcohol puro a 9,13 euros por litro, un incremento de 83 céntimos.
El precio de la cajetilla del tabaco subirá de media unos 15 céntimos. Ya que se realizará un rebalanceo de su estructura fiscal que afectará a los cigarrillos y la picadura de liar –reduciendo la brecha fiscal entre ambos–. Una subida que no es nueva para el Ejecutivo de Mariano Rajoy, se trata del cuarto cambio fiscal sobre el tabaco, ya que el pasado 1 de enero estableció un sistema de ‘doble impuesto mínimo’.
Entre las alzas del alcohol y el tabaco el Gobierno espera recaudar 700 millones.
Impuesto de Sociedades.
Se endurecerá la fiscalidad del Impuesto de Sociedades. Acercándose así a la realidad europea ya que se eliminan deducciones para las empresas. Apuntando directamente a la deducibilidad de las pérdidas por deterioro de cartera de valores y las rentas negativas producidas en el extranjero.
En los cálculos del Gobierno esto supone disponer de unos 3.600 millones de euros al año.
Creación de un nuevo tributo medioambiental.
Este nuevo impuesto afectara al precio de los productos que emitan “los gases fluorados de efecto invernadero”. Concretamente encarecerá unos cinco euros el precio de dichos productos (como aires acondicionados… )
Este impuesto supone recaudar, en las arcas del Estado, alrededor de 300 millones de euros.
Presentadas y aprobadas estas medidas, no tengo muy claro (bueno, en realidad sí) que no vayan a afectar a la consumo, a la internacionalización de las empresas y a más puestos de trabajo. En mi opinión repercutir siempre en los bolsillos de los ciudadanos no hace más que adentrarnos en una espiral de empobrecimiento de la que cada vez será más difícil salir.
¿Que os parecen las nuevas medidas? ¿Serán útiles y se cumplirán las previsiones del Gobierno? ¿o no estáis de acuerdo con ellas?