Hace unos días asistíamos más o menos esperanzados a las nuevas cifras de empleo y desempleo en España durante el mes de mayo. En esta ocasión el número de desempleados se redujo en 98.265 personas, lo que supone el mayor descenso desde que se registran estos datos estadísticos, allá por 1997.
Si a esto le añadimos que llevamos tres meses consecutivos de caídas, o lo que es lo mismo, más de 150.000 nuevos empleos desde el mes de marzo, ¿estamos entonces en la senda del crecimiento?, ¿o simplemente es un pequeño repunte dentro de la terrible mediocridad que nos envuelve desde hace unos años?
A pesar de esta pequeña balsa de aceite de los últimos meses no podemos olvidar que las cifras del paro siguen siendo escalofriantes. A día de hoy son 4.890.928 las personas desempleadas en nuestro país. Solo se ha conseguido bajar de la cota de los cinco millones gracias a que el mes de mayo resulta por lo general un mes favorable dentro del mercado laboral. Sin ir más lejos, el año pasado en este mismo mes el paro se redujo en más de treinta mil personas.
Es hora entonces de analizar, ¿debemos ver la botella medio vacía o medio llena? Está claro que los datos del paro son muy negativos, cierto, pero al menos estos síntomas de mejora de los últimos meses hay que tenerlos en cuenta. No podemos caer en el pesimismo más exagerado. Nos apuntamos entonces al bando de la botella medio llena… por ahora.
En este sentido os doy un nuevo dato para agarrarnos un poco más a la esperanza, a ver qué pensáis vosotros: hace un año el paro mostraba un crecimiento interanual de más de medio millón de personas, mientras que en el mes pasado esta cifra se quedaba en las 244.958 personas. Al menos parece que asomamos un poco la cabeza, ¿no?
Podría daros más detalles que os harían albergar algo de esperanza en relación a este asunto. Como por ejemplo la bajada del paro en todos los sectores, especialmente en el de servicios, donde se redujo en más de sesenta mil desempleados, e incluso en la construcción, un sector castigadísimo en los últimos años, con una bajada de casi 19.000 desempleados.
A esto se le añade el incremento de 134.660 cotizantes a la Seguridad Social con respecto al mes de abril, un aumento que según las estadísticas es propio de los años anteriores a la crisis.
En resumen, ante estas cifras las perspectivas que se nos presentan a corto plazo son esperar el transcurso del verano y el periodo posterior. La época estival es una época una tanto engañosa en el sector laboral, ya que hay un crecimiento que digamos no se ajusta del todo a la realidad. Veremos…
