Probablemente para los españoles, ese concepto que un momento fue nuestro de devaluar la moneda en sí misma, o de rebajar o subir los tipos de interés, ha dejado de cobrar sentido. Es precisamente por esa razón, por la de haber perdido hegemonía económica, por la que muchos economistas critican al mercado del euro, y auguran malos resultados en las crisis a los países de la periferia, como es el caso de España. Pero aquellos que aún conservan su propia divisa, también pasan por sus propias problemáticas, que en el caso de Suecia se han hecho evidentes en la gestión económica esta misma semana.
Hay que tener en cuenta que la economía sueca sigue funcionando bastante bien, de hecho no se prevé que caiga como ocurre o ya ocurrió en otros países de Europa. Pero los problemas fundamentales que han llevado a su Banco Nacional a la decisión de bajar los tipos de interés al 0% son otros. Entre ellos, una burbuja inmobiliaria que se les viene encima, el desempleo que no logra bajar de sus tasas más altas para un país nórdico, y también el hecho de que la inflación ha entrado en el terreno negativo. Y contra ese último mal, la solución más acertada y mayoritariamente defendida por los economistas, es la que se ha planteado Suecia.
Sin embargo, antes del anuncio de la bajada de los tipos de interés al 0%, nos encontrábamos con una Suecia que ya tenía un tipo realmente bajo para su dinero. Eso supone que éste es uno de los cartuchos económicos que faltaban por quemar, y que tendrán una repercusión directa en los depósitos orientados tanto a ciudadanos como a empresas y entes públicos. Pero con él, se pretende que la inflación deje las cifras bajas o negativas, y se vaya elevando hacia el 2%, que es la cifra que se considera la ideal en el caso de Suecia. ¿Lo conseguirán? Ya veremos…
Imagen: Pedro
