Los impuestos se han multiplicado en los últimos años. Hemos visto como todas las Administraciones han sumado nuevos tributos que no existían, al tiempo que han aumentado de manera considerable los directos e indirectos que eran de su competencia. Pero hay algunos que han dado más que hablar que otros. Mientras que los que afectaban a los particulares, y aquellos que se han recomendado desde Europa han sido aprobados sin más, aún con la protesta en la calle, parece que otros podrían estar en peligro de no ver la luz. Nos referimos precisamente a la tasa que la Generalitat de Cataluña quiere imponer a los pisos vacíos de la banca.
La idea, para los que no hayáis seguido el tema, está en proceso de ser aprobada, y pretende gravar todos los pisos que sin ningún motivo, se mantengan vacíos por más de dos años. Sin embargo, la particularidad del impuesto es que solo afectaría a aquellas propiedades que pertenezcan a entes jurídicos; es decir, no afectaría a los particulares. Y aunque habrá empresas que podrían verse afectadas por éste, la mayor parte de la recaudación recaería sobre la banca.
Y precisamente por eso la banca ha emitido un comunicado en el que solicita directamente la eliminación de ese proyecto. Entre los argumentos, dicen que se trata de una doble imposición, ya que ya existe el IBI, y además alegan que no responde a los principios de igualdad, ya que solo grava a empresas y no a los particulares en la misma situación. Aunque creo que no es lo mismo tener un piso vacío de un particular, que el que pertenezca a un banco tras todos los escándalos y el rescate, el impuesto catalán podría no ser una realidad en caso de que se anticipen las elecciones de la región.
¿Crees que el resto de Comunidades Autónomas deberían seguir el ejemplo de Cataluña? ¿O lleva razón en este caso la banca?
Imagen: Alan Cleaver
