Dado que desgraciadamente los despidos están a la orden del dÃa, hoy trataremos el concepto de “abaratamiento del despido”. El gobierno ha facilitado en sus últimas reformas esta forma de finalizar la relación empresario-empleado, y esto, como todas las cosas, tiene sus consecuencias. El gobierno actual ha dado la siguiente razón por la cual los despidos actualmente son más fáciles y baratos de hacer, y es sencillamente que, según ellos, de esta manera los empresarios tendrán menos temor a hacer contratos, dado que no hay tanta protección para los indefinidos y paradójicamente crear empleo . Ahora la pregunta es: ¿realmente funciona esta medida para este fin?
¿Cómo funciona el abaratamiento del despido?
La reforma laboral abarató el despido dado que la indemnización por despido improcedente de los contratos anteriores a la entrada en vigor de la norma de febrero de 2012 pasó a calcularse mediante un criterio dual: 45 dÃas por año de hasta 42 mensualidades, por el tiempo de trabajo transcurrido hasta la reforma y 33 dÃas por año por el tiempo que hubiera permanecido en la empresa el trabajador a partir de la fecha de la reforma.
Para los nuevos contratos serÃan siempre 33 dÃas por año con un máximo de 24 mensualidades. Es decir, que si un trabajador es despedido el 1 de febrero de 2014 y llevaba en la empresa desde 1990, cobrarÃa 45 dÃas por cada año entre 1990 y 2012 y 33 dÃas por cada uno de los dos años posteriores.
¿Cuáles son las consecuencias?
Con la crisis económica, varias han sido las medidas, desde 2010, con el gobierno de PSOE y en 2012 con el de PP, que han facilitado el abaratamiento del despido, pero por ahora dichas medidas no parecen tener ningún resultado acerca de la creación de empleo. De hecho se ha facilitado que las empresas hayan tenido que efectuar ERES, ya que éstos son más económicos.
Ahora bien, si estas medidas no aportan nada a ese fin, ¿cual es entonces el objetivo que tiene el gobierno? Por ejemplo, con las medidas que se tomaron acerca de los costes de mantenimiento de empleo y sueldo, desgraciadamente, todo apunta a que es una manera de ahorrarse pagar a los parados, ya que si por ejemplo, un trabajador cobra unos 1000 euros al mes, le cuesta al empresario 1400 o 1300 euros y, por estas medidas, pasa a costar unos 1180 euros, eso sÃ, manteniendo su nómina de 1000, el Estado deja de ingresar estos 120 euros por dicho trabajador, ahorrándose pues, un parado al que pagar.
Desde la crisis, muchas han sido las propuestas y medidas para “salir de ella”, pero no todas, ni siquiera la mayorÃa han dado resultados, al menos a corto plazo no, el FMI en 2013 hizo una serie de propuestas para mejorar la situación, en las que entraba el abaratamiento del despido, subida del IVA y bajar los salarios, entre otras.
Ahora después de esto, la pregunta en el aire serÃa, ¿a quién benefician estas medidas? porque se ha comprobado que a quienes más sufren la crisis, como por ejemplo, los trabajadores, no se les ayuda mucho bajándoles el sueldo, subiéndoles los impuestos y haciendo más sencillo que les puedan despedir.