Habrás oído mucho acerca del concepto per capita y es que éste es muy importante en la medición de la economía de un país. Hace no mucho tiempo, en Capitalibre publicamos un post en el que hablamos del Producto Interior Bruto o PIB; dijimos que era uno de los indicadores macroeconómicos más importantes de un país, ya que éste medía prácticamente el valor de mercado de todos los bienes y servicios finales producidos en un país durante un periodo de tiempo determinado.
Lo primero que hemos de tener en cuenta es que el PIB per capita y la Renta per capita es lo mismo, pero hay que aclarar un pequeño matiz, normalmente cuando nos referimos al PIB per capita estamos hablando del PIB en términos nominales, es decir a la producción de bienes y servicios valorada a los precios vigentes, por lo tanto no se habla del PIB como tal, hay que tener muy claro la diferencia del PIB nominal y el PIB real (que al contrario del nominal, éste mide la producción en precios constantes).
¿Qué es la Renta per capita o PIB per capita?
La renta per capita , también conocido como ingreso per capita es la relación que hay entre el Producto Interior Bruto y la cantidad de habitantes de un país. Su obtención es realmente sencilla, ya que como su propio nombre indica, per capita en latín es “por cabeza” literalmente, simplemente hay que dividir el PIB entre los habitantes de un país.
¿Por qué este indicador es tan importante?
La respuesta es simple, el PIB per capita es un indicador del nivel de bienestar de un país. Su función principal históricamente ha sido la de estimar la riqueza económica de un país y muchas veces se ha podido observar que está estrictamente relacionado incluso con el nivel y la calidad de vida que puedan tener los habitantes de una nación. Cabe destacar que, en naciones muy ricas, un incremento del PIB no radica en una variación de la calidad de vida de sus habitantes, pero sin embargo, en las que son muy pobres, dicho incremento puede cambiar bastante la situación de estas personas, mejorando notablemente su situación económica (suponiendo que es una nación que hace un reparto justo y equitativo de su riqueza).
Como podemos observar en el siguiente mapa, el PIB per capita más alto coincide prácticamente con los países del conocido “Primer Mundo” o desarrollados (países de la Europa Occidental, Estados Unidos y Canadá, Australia…), mientras que los que peor renta tienen son exactamente los más pobres, como todo Centro África y Asia Oriental. Coincide además, que los países en vía de desarrollo son los que están teniendo unas economías de ingreso mediano.
Críticas al PIB per capita como indicador de bienestar
Como la mayoría de macroindicadores, existen muchas críticas hacia al PIB como medidor de la calidad de vida, las más importantes y estrictas son las siguientes:
En todos los países hay desigualdades entre sus individuos y el problema principal es que el PIB no lo contabiliza, ya que dividir el PIB de una nación entre el número de habitantes de ésta es dar por hecho que todos tienen el mismo nivel de riqueza cuando en la mayoría de casos no es así. Podemos decir que no es el indicador más acertado para la medición de la renta, ya que ignora sus desigualdades.
El PIB no cuenta con las externalidades que puedan afectar a la población de un país de forma negativa, sólo cuenta el bienestar en términos monetarios, dado que este indicador no mide de ninguna forma el descontento social y el malestar que provoca por ejemplo la polución en un país. Está claro que una nación puede ser muy rica, pero si sus individuos viven en un desastre ambiental o escasean los recursos naturales no podemos hablar de bienestar.
Hay muchos tipos de gastos que contabiliza el PIB que prácticamente no dan ningún incremento al bienestar material, simplemente se dedican a evitar que hayan externalidades negativas, gastos de tipo militar o simplemente en cualquier tipo de seguridad nacional. Para esta crítica y la anterior, lo mejor es hacer caso a otras medidas de renta que engloben estos problemas, como por ejemplo el IBES o Índice de Bienestar Económico Sosenible y el IPR o Índice de Progreso Real.
Claro está que aún así, aunque las críticas tengan razones de mucha contundencia, el PIB per capita es el indicador más utilizado, ya que a grosso modo es el que mejor mide económicamente cómo va un país, por decirlo así, si va bien o va mal, si es rico o es pobre. De todos es sabido que la riqueza no da la felicidad, pero si está comprobado que un país que tiene recursos suficientes para ofrecer los mínimos a sus habitantes, cubren la demanda y los tipos de demandas y de ésta forma, hace que éstos mejoren su calidad de vida y por tanto, de alguna manera, puedan ser más felices.