Hace quince meses empezó la guerra comercial China y Estados Unidos, y las señales concretas -a propósito de este conflicto arancelario y su nivel de afectación sobre la región- son de debilidad en el crecimiento.
Dato de interés: Divisas de Latinoamérica se fortalecen no obstante señales sólidas del empleo en Estados Unidos.
Las conversaciones de paz entre delegados, técnicos y diplomáticos –de mediano a alto rango- chinos y estadounidenses, no están generando mayor expectativa.
Desde que empezaron estas negociaciones el trading online y forex y los mercados de acciones se han mantenido cautelosos con economistas, bancos, fondos y firmas gestoras de activos financieros reaccionando con poco entusiasmo.
En el verano boreal los operadores del trading online asistían al desmantelamiento de las primeras negociaciones entre Pekín y Washington por suspicacias y recelos, sobre todo los venidos desde el despacho del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien no dudó –a través de las redes sociales- en lanzar amenazas.
Trump amenazó en su último ataque aumentar los aranceles –entre 5% a 10%- a productos chinos. Cuestión que podría afectar a alrededor de 300.000 millones de dólares en sobrecostes por los bienes gravados.
En este punto culminante es donde tanto China como Estados Unidos pone sus miradas en América Latina como gran proveedor, sobre todo de materias primas.
Estados Unidos
En adición al panorama anterior el fantasma de la recesión se cierne sobre Estados Unidos, el mayor socio comercial histórico de Latinoamérica junto a China. Chile y el Perú esperan –de momento- continuar con los envíos de cobre a la economía norteamericana (lo mismo para China).
“En el peor de los casos, esperamos que se mantenga los mismos pedidos de cobre refinado y laminado a Estados Unidos”, señala un operador del mercado de acciones de Lima que pidió confidencialidad por gestionar un fondo minero.
“No hay razón por la que Estados Unidos deje de comprar o baje la cuota de envíos cobre desde Sudamérica”, añade.
México es el gran socio comercial de los Estados Unidos, donde –por ejemplo- de cada diez automóviles ligeros conducidos por estadounidenses ocho son ensamblados en México.
Si la economía estadounidense se relaja y empieza a detenerse, México –que ya da señales de debilidad- podría registrar un enfriamiento con signos de recesión.
Dato de interés: México al segundo trimestre creció cero y salvó por poco de la recesión técnica.
Brasil, todo indica, será otro gigante regional que ingresará a una etapa de desaceleración.
La primera economía de América Latina lastra de magras señales de fortaleza, y se teme ingrese a un espiral recesivo si no se toman las herramientas adecuadas.
De momento, el mayor temor desde Brasil –y lo mismo ocurre con Argentina- es que Estados Unidos desestime a ambos como mercados alternativos en la adquisición de granos donde la soja, maíz y el cereal no sean considerados dentro de las compras estadounidenses de granos habida cuenta una merma en la producción local de éstos.
Dato de interés: Guerra comercial estresa a América Latina
Fuente: en24news
