Canje

Todo apunta a que la estrategia de reducción de deuda de nuestra querida Telefónica va viento en popa. Poco a poco, va poniendo los peones para obtener la foto ideal de cierre del ejercicio, el tan temido 31 de diciembre. Su objetivo es ambicioso, conseguir una deuda inferior a los 50.000 millones de euros. Por el momento, los inversores en preferentes de la compañía han aceptado el trato de forma casi unánime, con lo que la deuda empresarial se reducen en 776 millones de euros. Pero ¿qué pasará ahora con acciones y obligaciones?

La justicia le ha dado una alegría al pequeño ahorrador. La condena a devolver el dinero de la inversión en participaciones preferentes, realizada por un inversor minorista, podría servir de precedente para que las miles de personas atrapadas en ese producto, vean un rayo de esperanza para recuperar sus ahorros.

Como consecuencia de las necesidades de fortalecer el capital de la gran mayoría de entidades financieras, en pleno periodo de bonanza económica, se pusieron de moda las tan mencionadas participaciones preferentes, un producto financiero complejo con una peculiaridad en la que se repara tarde, su carácter perpetuo. Su liquidez viene dada por la negociación en el Mercado Secundario el cual exige que, además de oferta, haya demanda. Así que nos preguntamos, ¿quién quiere comprar las famosas preferentes? Ell que se lo esté pensando, aquí tiene varias notas relevantes a tener en cuenta a la hora de invertir y el que ya lo haya hecho, un resumen de la situación actual