Según datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística -INE-, la inflación anual estimada del Índice de Precios al Consumo -IPC- en julio de 2012 es del 2,2%. De confirmarse esta cifra, cosa que sabremos el próximo 14 de agosto, estaríamos ante un incremento de tres décimas con respecto al mes de junio anterior. En el caso del IPC armonizado -el que mide la evolución de precios con las mismas reglas para todos los países de la zona euro- se hemos obtenido el mismo resultado, un 2,2 %. Es extraño, realmente extraño. Durante el mes de julio es habitual que el IPC descienda como consecuencia de las rebajas, que solo suelen estar compensadas por incrementos en los precios del carburante. Pero, ¿qué el IPC suba?
Los analistas del instituto nos indican que la partida que ha sufrido una mayor variación al alza han sido los medicamentos y otros productos farmacéuticos. Es decir, parece que se está viendo reflejado en el índice el precio de todos aquellos medicamentos que han sido eliminados de la lista de subvencionados por el estado (antiinflamatorios, colutorios,…), así como la contribución de todos al sostenimiento de las arcas sanitarias a través del copago. Es cierto que quien más y quien menos ya ha ido a recoger sus recetas a las farmacia y, al final, la sorpresa no ha sido especialmente desagradable. Realmente no es un importe elevado del que debemos hacernos cargo. Ahora bien, ¿cómo para subir tres décimas el IPC?
La bajada de la inflación en los productos energéticos ha contrarrestado la subida de la misma en los alimentos –derivada fundamentalmente, a su vez, del encarecimiento del tabaco y de las frutas frescas-, de modo que la tasa general no se ha modificado, aunque sí la subyacente –por el aumento del tabaco-.
Como se puede observar en esta gráfica elaborada por el INE, desde enero del año pasado la caída de precios ha sido constante. El valor más bajo es el del pasado mes de marzo.
Las previsiones
El tema de medicamentos solo es el principio. Según el informe elaborado por Funcas, Fundación de Cajas de Ahorros, y presentado hace tan solo unos días, a partir del mes de septiembre la subida del IVA redundará en un mayor IPC anual. En principio, calculan que serán ocho décimas más que lo previsto, esto es, que alcanzará el 2,5%, siempre y cuando el petróleo se mantenga estable.
Al igual que sucedió con la anterior subida del IVA de julio de 2010, se prevé que la subida no se repercuta totalmente al consumidor. Se ha realizado la hipótesis de que en esta ocasión las pautas de traslación serán semejantes a las de entonces, aunque en el caso de determinados subgrupos que componen el IPC se ha supuesto que el traslado será algo menor que en aquella ocasión debido a la mayor debilidad de la demanda.
Estiman que en realidad la repercusión ascenderá únicamente al 40% del ncremento total de IVA, puesto que la mayor parte de las distribuidoras no aplicarán la subida en sus precios finales. Es el ejemplo de textil y calzado; el Grupo Inditex, sin ir más lejos, ha anunciado de forma inmediata que no tiene inteción de trasladar la subida a sus clientes. Sin embargo, un caso como el energético conllevará una repercusión total al consumidor.
En consecuencia, el traslado de la subida impositiva al conjunto del IPC total sería aproximadamente el 40%, lo que supone un incremento de la tasa de inflación de 0,8 puntos.
Nos proponen dos escenarios en relación a la posible variación del precio del crudo: si éste continúa su trayectoria al alza, la la Fundación prevé que lleguemos al 2,9%, mientras que si se iniciase un proceso de bajada, un 2,2%. Al final, el abanico es amplio, punto arriba, punto abajo.
Sería realmente gratificante que por una vez nos tocase la punta para el lado bueno y no para el malo como ya viene siendo una tendencia alcista xD
Un dato preocupante…
Sí Miguel, preocupante… y todos los analistas coinciden en que lo más probable es que siga subiendo 🙁
Fantástico, a ver si mis conocimientos de teoría económica no me fallan, ummm, si estamos en un momento del ciclo con aumento del desempleo y una tendencia de inflación, eso, ¿no se llama estanflación? ¡Vaya, hemos vuelto a los años 70 de golpe!
¡Eso parece Alberto! Toda una retrocesión… Y para quien lo desconozca, le dejo la definición de la wiki del término que has utilizado: “La estanflación se convierte en un dilema para la política monetaria que debe elegir entre las medidas normalmente usadas para incrementar el crecimiento económico y aumentar por tanto una inflación desbocada o políticas para luchar contra la inflación que reducen la actividad en una economía en situación de paro. Normalmente los bancos centrales deben elegir entre reactivar la economía o drenarla mediante el ajuste del tipo de interés del dinero, siendo este su principal cometido. Reducir el tipo de interés provoca un crecimiento económico pero esto dispara la inflación, aumentar el tipo de interés permite luchar con la inflación pero reduce el crecimiento económico. En la estanflación decimos que ambos problemas coexisten.”