En pasados artículos hemos hablado de fondos de inversión en general, pero en especial quiero hacer una nueva reseña de una categoría de fondos de inversión con unas características un tanto especiales, se trata de los Fondos de Inversión Libre, los cuales son la versión española de los famosos Hedge Funds.
Los fondos de inversión tradicionales, su principal objetivo es batir a una referencia, por ejemplo un fondo de inversión de bolsa española su principal objetivo será conseguir al menos la misma rentabilidad que ofrece el Ibex35, y si la supera ligeramente ya será todo un éxito, eso sí, de que nos sirve que nuestro gestor lo haya hecho genial porque la referencia haya tenido una rentabilidad en el año de -8%, y nuestro fondo la ha tenido de un-2%, pese a cumplir el objetivo del fondo, el inversor estaría perdiendo dinero.
Los Fondos de Inversión Libres nacen con otra filosofía, buscan lo que se denomina retorno absoluto y es que independientemente de como se esté comportando el mercado, ellos lo que buscan es ganar. Son alternativas de inversión consideradas de alto riesgo por las estrategias de inversión empleadas en los mismos. Pese a ello desde mi punto de vista creo que para una pequeña parte del ahorro puede dar mucho jugo en situaciones de baja rentabilidad de otros activos o mercados muy revueltos, de hecho su propio nombre lo indica pues los Hedge Funds o fondos de cobertura utilizan instrumentos y estrategias no permitidas en otro tipo de fondos de inversión con el fin de cubrirse de las oscilaciones del mercado.
Otra diferencia frente a los fondos de inversión tradicionales, es que estos últimos, las inversiones que realizan tienen que estar bajo el marco de lo que se denomina prospecto del fondo en el que se le indica, como información para el inversor, aquellos tipos de activos en los que puede invertir, y dependiendo de ello se encuadra en una categoría u otra. Por el contrario los Fondos de Inversión Libre tienen una libertad no permitida en los fondos de inversión tradicionales, como:
– Utilizar diferentes tipos de activos: materias primas, todo tipo de derivados incluso aquellos que no cotizan en mercados organizados, etc. – Estrategias y modos de inversión de lo más variado, como las ventas en corto, apostar a la bajada del mercado vendiendo valores prestados para recomprarlos más baratos; utilización de apalancamiento, es decir dinero que se coge prestado para invertir más cantidad, sin necesidad de tener más capital de los partícipes del fondo; coberturas utilizando alternativas de inversión contrarias y poco correlacionadas, para intentar minimizar el riesgo de mercado, etc.
Esta libertad no permitida en otra tipología de fondos, hace que con una buena gestión del mismo se aprovechen todas las coyunturas para intentar sacar rentabilidad al mercado.
Uno de los puntos negativos y de ahí que se considere un producto de alto riesgo es que al contrario que los fondos de inversión tradicionales los Fondos de Inversión Libre no están obligados a ofrecer liquidez diaria, por ejemplo es habitual que se abran ventanas de liquidez trimestrales o un periodo de preaviso de salida del fondo bastante amplio. Por ello tampoco tienen la obligación de dar un valor liquidativo diario, la legislación española obliga al menos a calcularlo trimestralmente.
Una cuestión relevante es que en la mayoría de las ocasiones los gestores tienen parte de su capital propio metido en el fondo, de este modo los objetivos del gestor y el partícipe están alineados, además en muchas ocasiones las comisiones se cobran sobre los beneficios obtenidos y no sobre las masas patrimoniales que forman el fondo, como en los fondos de inversión tradicionales.
Un conocido gestor de hedge funds es Georges Soros, el cual adquirió participación en el capital del Manchester.
Como podéis observar son una alternativa de inversión interesante, pero con bastante riesgo, por ello en España para entrar en un Fondo de Inversión Libre debemos ser un inversor profesional o comprometer al menos 50.000 € en la participación del mismo.