Es cierto, España y muchos otros países viven momentos difíciles. Esperanza e ilusión es lo que menos debemos perder en estos momentos, solo nos estamos centrando en lo malo que escuchamos y leemos. Esto está elevando nuestros niveles de estrés a máximos históricos y solo falta que nuestra salud se vea perjudicada. Es suficiente con que toda esta situación arrase con nuestro bolsillo porque enfermarse en estos momentos es un lujo.
Gabriel García
Márquez a quién le fuera diagnosticado un cáncer linfático, en una entrevista referida a su enfermedad dijo lo siguiente :
Hace más de un año fui sometido a un tratamiento de tres meses contra un linfoma, y hoy me sorprendo yo mismo de la enorme lotería que ha sido ese tropiezo en mi vida. Por el temor de no tener tiempo para terminar los tres tomos de mis memorias y dos libros de cuentos que tenía a medias, reduje al mínimo las relaciones con mis amigos, desconecté el teléfono, cancelé los viajes y toda clase de compromisos pendientes y futuros, y me encerré a escribir todos los días sin interrupción desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde. Durante ese tiempo, ya sin medicinas de ninguna clase, mis relaciones con los médicos se redujeron a controles anuales y a una dieta sencilla para no pasarme de peso. Mientras tanto, regresé al periodismo, volví a mi vicio favorito de la música y me puse al día en mis lecturas atrasadas.
Aferrarse al poder es malo, muy malo. Un gobierno que ha fracasado adoptando y ejecutando medidas estructurales a medias no nos va a llevar a ninguna parte. Este gobierno y el anterior deben aceptar que se han equivocado y no alargar más la agonía de todos sus ciudadanos. No podemos aceptar que determinados miembros del gobierno, cada que salen a dar una conferencia de prensa, adopten gestos o sonrisas cuando mucha gente está pendiente de ellos esperando a que digan algo esperanzador y no lo hacen porque ya se les acabaron los argumentos. ¿Qué culpa tenemos los ciudadanos de que el orgullo partidista los ciegue y no acepten sus errores?. En mi artículo Explosión social contra la política y los mercados intento buscar una explicación a esa adicción al poder, sin considerar el gran daño que hacen partidos políticos ya obsoletos a sus ciudadanos, partidos tradicionales que en otras partes del mundo, donde antes eran mayoría parlamentaria, ahora son minorías o simplemente ya no existen.
Conforme son más fuertes los rumores de que España solicitará el rescate, las empresas calificadoras de riesgo cambian su tono al referirse a España. Es más, el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn destaca la determinación de España con el ajuste fiscal y con las reformas, pero reclama a España un enfoque decidido para completar el programa de reformas estructurales anunciado por el Gobierno el pasado jueves para reducir el déficit público. Los mensajes que recibe el gobierno español para que solicite el rescate total son claros, no entiendo que más quieren que se les diga o de qué manera quieren que se les pida que ejecuten dicha solicitud. ¿condiciones?, ¿Tipo de interés? Eso lo saben desde hace mucho tiempo. Señores la UE no va a dejar que España caiga o sea expulsada de la zona euro, es un país demasiado grande e importante para que dejen que eso suceda y ¡este gobierno debe solicitar sin miedo dicho rescate ya! De lo contrario cada vez tendremos más ajustada la soga al cuello, ellos y nosotros. No pasemos a la historia como crónica de una muerte anunciada.
Una de las tantas frases celebres de Gabriel García Márquez :
La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada.
Porque esperar tanto esa es la pregunta del millón, puede que a los alemanes no les interese en estos momentos un rescate además del financiero, o ¿estan buscando que pidamos el total del rescate financiero?.Sobre los políticos ya esta todo dicho, no merece la pena que gastemos más tiempo en hablar de ellos.
Muchas gracias por el comentario. Así es, ya está todo dicho. Pero estamos en sus manos.
Puedo llegar a comprender que el gobierno se resista a pedir el rescate por los intereses que habría que pagar y demás. Pero por otra parte pienso que si tan claro está que al final van a tener que pedirlo es mucho mejor hacerlo cuanto antes y no esperar más a este degoteo agonizante de un “vivo” que está a punto de morir.
Gracias por el comentario. Muchos mensajes y comentarios le insinúan a que pidan el rescate y nadie entiende porque no lo hacen.
Intentarán retrasarlo lo máximo posible hasta que pasen los compromisos electorales de este mes. Lo que está claro es que no terminaremos el año sin estar totalmente rescatados (parcialmente ya lo estamos), desde mi punto de vista.
Gracias por el comentario. Estamos como un enfermo en fase terminal pero con una bomba debajo de la cama.
Estan comvencidos de que solo con la amenaza de pedirlo es suficiente para calmar las aguas. No obstante, si no lo piden, los mercados sentenciaran.
Muchas gracias por el comentario. Tal como se titula este artículo. “Crónica de una muerte anunciada”. Esperemos que reaccionen y no se cumpla la sentencia.
Nos vendimos el alma al diablo con la deuda y ahora hay que devolverla…o no. Son las dos vías. Si queremos devolverlas, un gobierno fuerte (e inteligente) que pueda imponer una reestructuración más a largo que no nos asfixie sería lo deseable. Si no queremos devolverla, nos situamos al borde del abismo, pero me temo que el gobierno no tiene poder para decidir esto. Los acreedores le imponen la agenda, o lo que es lo mismo, con endeudarnos tanto cedimos soberanismo, libertad. El sentido común de ambos, gobierno y capital, debería encontrarse en un equilibrio más que necesario para desencadenar de una vez por todas la situación.
Gracias por el comentario. Es una situación complicada o mejor dicho “la hacen complicada”. No sé si por hacerse los indispensables que sin pensar el daño que le hacen a todo un país o simplemente como bien dice Gabriel García Márquez “La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada”.