Llevamos años de tiempos difíciles y todavía no sabemos lo que nos deparará el futuro, quizá en estos momentos los jóvenes y no tan jóvenes estamos enraizando la cultura ahorradora de la época de postguerra pensando en nuestro futuro. Un futuro marcado por la incertidumbre del sistema de previsión público, pues tal y como está diseñado se torna insostenible, pero siendo cautos y olvidándonos de un posible apocalipsis, como ya se comentó en anteriores artículos, es muy importante cubrir esa diferencia entre nuestro último sueldo y nuestra primera paga de jubilación pública, pues la diferencia puede ser grande.
Ante la insostenibilidad de las pensiones, y tras prometer que las incrementaría según el IPC de noviembre, el gobierno se ha planteado reformas, con la intención de desligar el IPC general al incremento de las mismas; de este modo está sobre la mesa el ligar el incremento de las pensiones a un IPC con impuestos constantes, descontando además los precios energéticos, es decir, se descontarán de la cesta de la compra la subida de los precios por efecto de los cambios de IVA, y por la subida del precio del combustible. Se busca desligar del incremento de la pensión aquellos elementos que más nos hacen perder nuestro poder adquisitivo. Se pasaría a considerar de referencia la tasa de IPC-IC sin precios energéticos la cual en septiembre se situó en 0,2%; mientras que la inflación el IPC general en noviembre se estima que roce el 3,5%.
A modo de ejemplo veamos la diferencia en una pensión de jubilación media de 950€ al mes:
– La revalorización con el IPC general supondría unos 23,7 euros más al mes. – La revalorización con el IPC sin impuestos supondría alrededor de 4 euros más al mes.
Como podéis observar la diferencia es notable.
Una herramienta que nos permitirá mantener nuestro poder adquisitivo son los Planes Individuales de Ahorro Sistemático, también conocido como PIAS, estos son seguros de ahorro a largo plazo. El objetivo del mismo es el de complementar la jubilación por ello si se opta por cobrar el importe ahorrado en forma de renta vitalicia y el producto tiene más de 10 años de antigüedad el PIAS goza de ventajas fiscales.
Al contrario que los Planes de Pensiones, los cuales tienen el incentivo fiscal en el momento de la aportación; los PIAS lo tienen en el momento de la salida, pues si se dan las condiciones citadas anteriormente la parte de rentabilidad que obtenemos, es decir, el importe total al final de la vida del producto menos las aportaciones que hemos hecho, estará exenta de tributación.
Cabe comentar otro aspecto diferenciador sobre los Planes de Pensiones, pues los PIAS gozan de liquidez, por lo que los podremos rescatar en cualquier momento, eso sí, tributando la rentabilidad obtenida considerada rendimiento del capital mobiliario al tipo del ahorro en IRPF que corresponda. Esto lo hace muy ventajoso pues no nos vemos obligados a comprometer una gran masa de dinero hasta que llegue la jubilación, sino que en caso de necesidad podemos disponer de él libremente.
Este producto al gozar de una fiscalidad ventajosa tiene unos límites a la aportación que serán de 8.000 € anuales, y de un total de 240.000 € en la vida del producto.
Por último es importante conocer que se puede traspasar el capital acumulado de un PIAS de una entidad financiera o aseguradora, a otra que por ejemplo nos aporte una mejor rentabilidad etc. Aunque este tipo de traspasos no están regulados como en el caso de los Planes de Pensiones y puede que la entidad financiera o la aseguradora se resista.
Buenos días David,
Tengo 28 años y ando pendiente de las diferentes posibilidades existentes para diversificar mis ahorros.
He pensado en un PIAS, pero no lo tengo claro. ¿Crees que es una buena opción para alguien tan joven? ¿En qué consiste la forma de cobro como renta vitalicia? ¿Podría recuperar mis ahorros como renta vitalicia dentro de 10 años (con 38)?
Publicas artículos muy interesantes!
Muchas gracias!!
Hola Marsant, el tema del PIAS si tu objetivo es recuperarlo a los 10 años mediante renta vitalicia, no te compensa, pues aunque la rentabilidad del PIAs estaría exenta, la fiscalidad que se te aplicaría a la renta vitalicia por tu edad no sería ventajosa, la renta vitalicia es recomendable para gente jubilada (o ese es mi punto de vista).
La renta vitalicia, es un seguro que tu cobras “X” dinero mensual, dependerá de la cantidad aportada inicialmente, y las hay de varios tipos, algunas tus herederos recuperan la prima inicial, en otras no, hay diversidad de opciones. Lo que tiene ese producto es una fiscalidad distinta, y para la gente mayor de 70 años resulta muy interesante en el plano fiscal. Cuando metes una renta vitalicia, aunque puedes recuperar la prima, la recomendacióne es que nunca se haga pensando en esa posibilidad pues se puede perder dinero.
No sé el dinero que manejas, pero ahora hay un producto que se llama Plan Ahorro 5, espero poder escribir un artículo para informaros sobre ello, y es un producto en el que vas aportando anualmente un dinero, y la rentabilidad generada está exenta si mantienes la inversión 5 años, las cantidades son pequeñas, está pensado para el pequeño ahorrador, no se si es tu caso.
Un saludo.
Muchas gracias David!!
Tomaré nota de tu respuesta y seguiré atento a tu blog para poder leer el artículo “Plan Ahorro 5”.