Raro es, no ver en la prensa de este país noticias que traten el tema de la corrupción. Cada año que pasa, en España se producen más y más casos sobre malversación de caudales públicos, blanqueo de capitales y desvío de fondos públicos. Hay algunos medios de comunicación que incluso muestran un mapa diario, marcando aquellos ayuntamientos, autonomías, etc, donde se producen casos de corrupción. Las marcas en ese mapa se extienden por todo el territorio nacional. Desde el norte hasta el sur, y de este a oeste. Se estima que la suma total del dinero manchado por la corrupción asciende a 1.100 millones de euros.
Según el Índice de Percepción de la Corrupción 2012 que realiza la ONG Transparencia Internacional, España se sitúa en el puesto 30 – justo en el mismo nivel que Botsuana- de un total de 176 estados, y en el puesto 13 de la Unión Europea, siendo el primer estado el más transparente y el último el más corrupto. Los datos desde luego no son muy esperanzadores. Estamos inmersos en una situación crítica para el país, y que aumenten cada vez más los casos de corrupción es absolutamente contraproducente. Tenemos una larga lista, pues oímos hablar del caso de Díaz Ferrán, el caso Urdangarín, los falsos ERES de Andalucía, el polémico caso Gürtel de la Comunidad Valenciana, el caso de las preferentes de Novacaixagalicia o Caja Madrid, el caso Palma Arena en las Islas Baleares, el caso Campeón en Galicia, el caso del presunto 3% de cobros de comisiones en Cataluña, Gao Ping, Rumasa, Malaya, etc… La lista es larga. Larguísima.
Ante esta situación uno se tiene qué preguntar ¿qué es lo que estamos haciendo mal para que se nos cuelen en las instituciones y empresas todos estos corruptos? ¿Por qué seguimos permitiendo que suceda ésto en nuestro país?
La respuesta es difícil. Mientras sigan gobernando los dos partidos de siempre, creo que ésto se solucionará bastante poco. Están atrincherados en el poder, en sus sillas de diputados. Piensan que la democracia y las administraciones les pertenecen. Después el pueblo se queja, pero siempre acaban olvidando los errores de los gobernantes y ex-gobernantes. Esperemos que la justicia actúe y ponga a los que roban el castigo que se merecen. Es una de las principales actuaciones que se deben realizar de manera urgente para poner al país en la senda del crecimiento. La corrupción tiene que estar destinada a ser un mal recuerdo de la historia de España.