El actual sistema bancario funciona bajo lo que los economistas llaman reserva fraccionaria. Esto significa que las entidades bancarias únicamente están obligadas a guardar en caja una parte de todo el dinero que sus clientes tienen depositados en ellos; es lo que se conoce con el nombre técnico de coeficiente de caja, un porcentaje legal marcado en la Unión Monetaria por el Banco Central y en los Estados Unidos por la Reserva Federal. Actualmente este coeficiente es del 2%.
Para explicarlo mejor, si un banco tiene en sus arcas 100 euros, bajo la ley del coeficiente de caja, puede prestar 98 euros y únicamente guardar 2 euros. ¿Qué hace con esos euros disponibles legalmente? Pues prestarlos en forma de créditos, préstamos, etc. ¿Qué logra con eso? Generar más masa monetaria (dinero en manos del público y depósitos bancarios), a este proceso de generación de dinero, se le conoce técnicamente como multiplicador del dinero. ¿Cuál es el límite de ese multiplicador? Matemáticamente es un efecto que se puede extender hasta el infinito, pero monetariamente hablando, basta con dividir la cantidad inicial entre el coeficiente de caja, lo que nos da un resultado de 5000 euros. Esto quiere decir que con un depósito inicial de 100 euros, el sistema bancario puede llegar a crear 5000 euros. Ello permite financiar desde la creación de empresas a la compra de nuestra vivienda. Porque el papel de las entidades bancarias es la de intermediarios, es decir, poner en comunicación aquellas personas con capacidad financiera con aquellas con necesidades financieras. ¿Y dónde guardan ese 2% los bancos? Pues en los diferentes Bancos Centrales que les corresponda. En el caso de España en el Banco Central Europeo.
Esperando que haya sido capaz de explicar de forma clara estos conceptos y la situación de partida, puedo entrar ya a detallar lo que se conoce como política monetaria. Los Bancos Centrales disponen de forma sencilla y básica de tres herramientas para llevar a cabo sus actuaciones en el mercado monetario:
– Las operaciones de mercado abierto que se basan principalmente en la modificación del tipo de interés oficial del dinero; – las facilidades permanentes ; – el coeficiente de caja.
El instrumento más usado desde hace tiempo es el del tipo central de interés, que consiste en marcar el tipo de interés mínimo al cual el Banco Central va a dejar prestado dinero a los diferentes bancos que participan del sistema. Esto supone que si un banco como Capital SA tiene necesidad de pedir 1.000 millones de euros al Banco Central y los tipos suben del 1,2% al 1,25% esto supone que le saldrá más caro financiarse y a lo mejor decide no acudir a esa subasta y reordenar sus líneas de negocio, posiblemente conceda menos préstamos y lo haga a tipos de interés a sus clientes más caros.
Actualmente, los Bancos Centrales están operando en el mercado con medidas extraordinarias como permitir como garantía de depósito títulos de deuda pública, que no significa más que financiar al Estado para que pueda seguir con su ritmo de gastos. Esta operación estaba prohibida por la legislación que regulaba el funcionamiento de los Bancos Centrales y ha sido necesario modificar el reglamento para permitir esta operación.
¿Es ventajoso para los bancos este tipo de operaciones? Por supuesto, ahora mismo los principales mecanismos de financiación están muy caros como el caso del mercado interbancario (el sistema donde los diferentes bancos se dejan dinero los unos a los otros), debido a que nadie se fía de su vecino. Y a pesar de que los Bancos Centrales están dando inmensas facilidades de financiación, piden garantías y los bancos ofrecen como tal la misma deuda pública que compran y que los banqueros centrales han decidido aceptar. Básicamente se trata de dejar dinero al estado que pagará a un tipo de interés por ejemplo del 2%, ir al Banco Central y pedir dinero al 1% y dejar a cambio en garantía el pago de la deuda pública; en el camino el banco gana el diferencial, es decir, un 1%. A este mecanismo de funcionamiento se le conoce con el nombre técnico de “carry trade”, cuyas consecuencias son la expulsión de la inversión privada en favor de la pública, o efecto expulsión.
¿Buscan los bancos arruinar a los estados? No, porque sería ir contra sus intereses, ya que no cobrarían las deudas pendientes y sus garantías frete al Banco Central no tendrían valor. Además, en un sistema tan interconectado, un caso de este tipo supondría una caída en dominó de todos los agentes implicados y un auténtico desastre para la economía mundial.
¿Generan deuda los bancos y los bancos centrales? Depende de que deuda estemos hablando. Si se trata de deuda privada, es evidente que ese ha sido parte de su negocio y su función. Si hablamos de deuda pública o estatal, hemos visto que estaba prohibida su compra por parte de los Bancos Centrales y por tanto, solo los bancos podían comprar este tipo de instrumento financiero.
¿Es generar deuda la meta principal del sistema bancario? No, porque el negocio bancario se compone de dos patas, los activos y los pasivos. Por activos entendemos los préstamos o créditos entre otros productos bancarios; por pasivos el dinero depositado en las diferentes cuentas por los clientes. Y entre ambas entidades debe existir un equilibrio que controla muy de cerca la normativa internacional del Banco Internacional de Pagos de Basilea con los reglamentos BIS I, II y actualmente III. Para poder dejar dinero, los bancos no deben tener muchos activos en su balance, por lo cual si están muy endeudados, llegará un punto en que una de las formas de hacer dinero se les acabe.
Espero haber explicado ciertos conceptos sobre el funcionamiento del sistema bancario dentro del sistema financiero y el uso de la política monetaria y sus instrumentos. En el siguiente post hablaré sobre la opinión que para mí, significa operar bajo un sistema de reserva fraccionaria y por supuesto, dar respuesta a las dudas e inquietudes que la lectura de la presente entrada existan.