La financiación de las PYMES por parte de las entidades de crédito, como hemos comentado en muchas ocasiones en el blog, es prácticamente nula. Hay que ponerse en la piel del emprendedor para poder sentir la impotencia de no tener ningún tipo de línea de crédito de la cual disponer para poner en marcha tu negocio.
Es curioso que el Instituto de Crédito Oficial anuncie a bombo y platillo que se concederán créditos a diestro y siniestro para fomentar la creación de empresas, y cómo ayuda divina, diga que nadie que tenga una buena idea se quedará en el camino. Al final todo es mentira, “Son los padres”, igual que los ficticios Reyes Magos. El dinero nunca llega a su destino.
Se supone que una entidad pública como el ICO debiera de gestionar sus recursos -que al final y al cabo es el dinero de todos- para fomentar la riqueza. No entiendo como se cede la potestad de decisión a los bancos. ¿Qué ganan ellos con esta gestión? Me parecería bastante mal que los bancos utilizasen dinero público para lucrarse. Ellos deben de gestionar su propio dinero -más bien es el de sus clientes- y no el dinero que pagamos con nuestros impuestos. Es pues, al final, la entidad financiera la que tiene el poder de decisión sobre tu proyecto. El proceso se desarrolla con una larga lista de preguntas sobre el plan de negocio, diciéndote lo buena que es tu idea, animándote al fin y al cabo. Al final, ¿qué es lo que ocurre? Que te piden el aval, siendo lo mejor que puedes hacer, recoger tus cosas e irte por donde has entrado para no perder más el tiempo.
¿Para qué darán tanta vuelta y hacen perder el tiempo preguntándote sobre la viabilidad de tu negocio, si al final ellos no arriesgan nada? Te dicen que sino tienes aval, vayas a una Sociedad de Garantía Recíproca, -que se supone que es una entidad que va a estudiar en profundidad tu proyecto- y se la pidas a ellos. Pues bien, estas sociedades a su vez, después de hacer el mismo procedimiento de análisis de tu proyecto como el banco, te vuelven a pedir el aval. Me cuesta imaginar cual es entonces la utilidad de una Sociedad de Garantía Recíproca.
Vemos por lo tanto, que es practicamente imposible conseguir financiación por parte de las entidades bancarias. Las posibilidades se reducen a inversores particulares, familiares o ahorrar durante muchos años para obtener el dinero que te haga falta. Si ya era difícil conseguir un préstamo ICO a principios del 2009 como muestra este ejemplo, no quiero ni pensar como será en la actualidad. Así de fácil lo tienen los emprendedores.
Dentro de poco realizaremos un artículo para trasladaros alternativas reales de financiación para PYMES, tales como los que realizan ENISA, los microcréditos de MicroBank y otras del estilo. Os recomendamos que estéis atentos al blog en los próximos días.