Analizamos La locura de ser emprendedor en España…No Hay Huevos, de Manuel Dafonte Catoira

COMPARTIR 0 TWITTEAR

A todos nos gusta leer historias de éxito, hay muchas biografías o autobiografías de personas conocidas que nos muestran su incesante camino de éxito, esa quizá es la opción más fácil, pues al que no le salen finalmente bien las cosas, decide no contarlo. No es el caso de Manuel Dafonte Catoira, empresario y profesional del sector financiero que se vio abocado al concurso de acreedores de su empresa, la cual había tenido altas tasas de crecimiento en años anteriores. En su libro nos cuenta su historia, y aporta una serie de consejos a la hora de emprender, los cuales no deberías permitir perdértelos.

La locura de emprender en España Generalmente nos encanta leer historias de éxito, eso nos motiva, nos vemos reflejados en ellas en nuestros pensamientos y creemos que son el camino a seguir para un éxito seguro. La realidad es más cruda pero en su gran mayoría está silenciada. En un contexto en el que el gobierno, para sacarse de encima a la montaña de parados que tiene en las colas del antiguo INEM, incita constantemente al emprendimiento, llega a nuestras manos (de forma gratuita) la historia de Manuel Dafonte Catoira, para ponernos los pies en la tierra, un empresario que contempló como su vida de éxito y crecimiento empresarial se vio truncada por un brusco cambio de las condiciones de mercado, lo cual llevó a la desaparición de su proyecto.

Información bibliográfica

Nombre: La locura de ser emprendedor en España…No Hay Huevos.
Autor: Manuel Dafonte Catoira
Precio: Gratuito

Temas principales:

– Emprendimiento – Empresa – Consecuencias del fracaso empresarial

Ideas clave

Manuel comienza su libro con una breve biografía personal, en la cual nos muestra su trayectoria desde que comenzó a comercializar seguros, pasando por la fundación de Duck Fin Asesores en Financiación en 1993, siendo la primera empresa de intermediación hipotecaria, la cual nos cuenta que en 2008 se vio abocada a un triste desenlace con un concurso de acreedores, y todas las consecuencias que arrastra para los socios.

El libro continúa con un prólogo escrito por Rafael Simón, socio fundador junto a Manuel de Duck Fin. En la que nos da su particular visión de Manuel y su aventura empresarial junto a él. El prólogo finaliza incitándonos a no hacer caso del libro, y a continuar emprendiendo.

La locura de ser emprendedor en España, primera parte del libro, se desarrolla mediante capítulos en los que nos proporciona consejos dirigidos a distintas áreas de la empresa, comenzando por un :

Créeme, sé de lo que hablo. España, hoy, no es país para emprender

El primer capítulo continúa caracterizándonos la parte más oscura y sombría de ser emprendedor, el gran esfuerzo, el no cumplimiento de los planes (de ahí que solo sean planes) y todas las consecuencias del posible fracaso empresarial.

En definitiva, tú, que hace muy poco eras un emprendedor de éxito con un negocio que te iba a hacer ‘rico’, hoy eres un parado sin paro, sin dinero ni forma legal de conseguirlo, sin acceso al sistema bancario y sabiendo que, si tuvieses la inmensa suerte en los tiempos que corren de recibir una oferta de empleo, gran parte de tu nómina sería embargada haciendo probablemente muy poco rentable tu esfuerzo laboral por el dinero neto que te llevarías para casa a fin de mes.

En el segundo capítulo nos habla de la financiación, la dificultad para conseguirla, si es que se consigue. De ser realista con los gastos y de emprender el negocio con un fuerte colchón de fondos para no caer muerto en la primera batalla.

Por tanto si eres un emprendedor español que quiere ‘fabricarse’ un puesto de trabajo, o dispones de dinero ‘cash’ suficiente o ni lo intentes.

El libro continúa hablándonos del aspectos como los empleados necesarios para la empresa, el alto coste de los mismos y la dificultad que supone para una empresa mantener el empleo cuando las cosas van mal.

Decía lo del absurdo porque, si yo como emprendedor decido cuándo necesito contratar, también debería decidir cuando necesito ‘descontratar’ y esa decisión nunca podría considerarse improcedente ya que es lo más procedente para mí.

Otro aspecto que nos comenta son los impuestos, es muy importante que tengamos en cuenta la existencia de los impuestos, pues no solo existen los impuestos sobre beneficios (si los tenemos), sino muchos más, además de la gestión del IVA, que si no se realiza correctamente puede resultar un roto para la tesorería de la empresa.

Una sugerencia, como el 25% de todo lo que factures sin IVA se te va a ir en impuestos de un modo u otro, intenta sobrevivir con el otro 75% o no montes el negocio.

La siguientes reflexiones se posan en la banca y la administración, y el trato que hacen con las empresas y emprendedores. La obligación de aportar garantías personales a la hora de financiarse y las consecuencias de ello y las enormes trabas burocráticas que sufre el aquel que inicia la aventura empresarial.

La parte centrada en reflexiones y consejos, finaliza con el capítulo Zombiland, en el cual nos cuenta la vida tras la muerte de la empresa. En este capítulo nos relata las dificultades de la vida tras un fracaso empresarial, la pérdida de ingresos y la aportación de garantías personales con la banca hacen que financieramente seas un muerto viviente, pues ningún banco querrá ni ofrecerte una simple tarjeta de crédito.

Ahora bien, si tu intención es ser empresario con todas las consecuencias, si tienes los ‘huevos’ que hay que tener, sólo puedo animarte y compartir contigo parte de mi historia personal.

En segundo bloque, titulado Monólogos desde la Ruina, nos cuenta su historia personal con la empresa de su creación, finalizando con un grato relato sobre la aventura de su abuelo en los Estados Unidos del que se pueden extraer grandes enseñanzas.

Autor

Manuel Dafonte Catoira, nació el 7 de junio de 1967 en A Coruña, comenzó la carrera de Derecho en la Universidad de Santiago, pero en el transcurso de la misma decidió cambiar de rumbo y aventurarse en la venta de seguros. Posteriormente dio el salto hacia el sector financiero, en el cual conoció el mundo de las hipotecas en una empresa participada por el Banco Santander, su inquietud, le llevó a querer mantenerse en ese negocio, pero como profesional autónomo. Mientras desarrollaba esta profesión decidió formarse realizando un MBA, en el que conocería a su futuro socio y juntos crearían en 1993 su empresa, Duck Fin. En 2006 cursó el Advanced Management Program Intensivo impartido por la IE Business School en Madrid. Su ruina empresarial se materializó en 2008, cuando su empresa entra en concurso de acreedores. Desde entonces colabora asesorando a empresarios mediante asociaciones y proyectos de consultoría.

Conclusiones

65

<

p>

La locura de emprender en España, muestra una visión quizá desconocida para algunos del fracaso empresarial, el texto es breve e intenso, rápidamente suscita emociones que hacen que nos quedemos com hambre de más tras leerlo. En el desarrollo del mismo nos muestra unos interesantes consejos, que aunque parezcan de perogrullo, no se tienen en cuenta en la gran mayoría de las empresas. Si estás pensando en emprender, estoy seguro de que te interesará leerlo, y si tras leerlo sigues teniendo ganas de hacerlo, quizá estés un peldaño más cerca de tu éxito o … quizá fracaso.

Archivado en Actualidad, Banca, Crisis, Emprendedores, Emprender, Empresa, España, Evolución económica, Fracaso, Ruina
COMPARTIR 0 TWITTEAR

Comentarios (11)

Usa tu cuenta de Facebook para dejar tu opinión.

  • Jose Luis Villar Fornos dice:

    Hola David, Muy interesante el artículo. La verdad es que, con el lio del despacho y esta “diarrea legislativa” de nuestro políticos, tengo varios libros a medias y solo he podido echarle un vistazo. De todos modos, me parece una gran aportación, para centrar, de verdad la situación del “emprendimiento”, ya saber que el término no me gusta nada, en España.

    Gran elección de libro, que lógicamente paso a los pendientes de leer, y gran artículo.

Publica tu opinión usando tu cuenta de Facebook.

Otras webs de Difoosion