El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se instauró en España mediante el Decreto 720/1970, el cual, aunque no hacía distinción de sexo, variaba en función de la edad. Esa situación se mantuvo hasta 1998, cuando, mediante Real Decreto 2015/1997 de 26 de Diciembre, se acabó con esta distinción, pasando a ser el mismo para todos los trabajadores mayores de 16 años.
Podemos decir que el SMI es la cantidad mínima que debe percibir un trabajador por el desarrollo legal de su jornada de trabajo en cualquier actividad económica, sin distinción de edad ni sexo, ya sean fijos, eventuales o temporeros, o sean personal al servicio del hogar familiar.
El valor del SMI lo fija el Gobierno cada año, en función de factores tales como el IPC, la productividad o la marcha de la economía en general.
Evolución del SMI desde 2003
En la tabla adjunta se puede ver que durante el año 2003 el SMI en España era de 451,20 €/mes neto, mientras que en Mayo de 2013 es de 645,30 €/mes neto, es decir, un aumento del 43,02%. Por su parte, en este mismo período el IPC pasó de 80,939 a 104,1, es decir, aumentó el 28,61%. ¿Según estos datos se puede concluir que ha habido un aumento del poder adquisitivo?
La respuesta sería SÍ y NO, pues es evidente que a lo largo del tiempo el incremento del poder adquisitivo sea un hecho, ya que cambia el nivel de vida y la riqueza del país. Aunque si vemos los datos de la tabla cuidadosamente, este incremento del poder adquisitivo no es tal cuando comparamos series de años más cercanos en el tiempo.
Así, si tomamos los datos relativos al IPC Y SMI en los años 2008 y Mayo de 2013, se ve que el primero a aumentado de 95,46 a 104,1, es decir, el 9,05%, mientras que el salario mínimo pasa de 600 a 645,30 euros al mes, es decir, aumenta un 7,55%. Si a este porcentaje le quitamos el efecto de la inflación, nos da que el aumento real es de un 6,87%. Por lo que se puede concluir que el SMI, desde el año 2008, ha perdido poder adquisitivo.
Se supone que este salario, que recordemos fija el Gobierno, es lo mínimo que debe cobrar un trabajador por desarrollar una jornada a tiempo completo, y que con ello debe tener suficiente para pagar los gastos imprescindibles.
Como ejemplo, tomemos el precio de la TUR1 (Tarifa de último recurso), que es la que tiene la mayoría de hogares españoles contratada. Ésta tiene dos componentes, uno fijo mensual y otro variable. El primero ha pasado de 2,56 a 4,30 euros mensuales, es decir, ha aumentado un 67,97%, mientras que el variable ha pasado de 5,19 cts/Kwh a 5,75 cts/Kwh, o lo que es lo mismo, ha subido un 10,79% de precio (61,82% y 9,81% si deflacionamos).
El SMI en la UE
Por otra parte, no estaría de más echar un vistazo a los SMI de los distintos países de la UE que lo tienen implantado, pues 7 de los 27 países no tienen ningún salario mínimo por ley. Aunque a efectos de comparación, no está nada mal. Sobre todo, cuando escuchamos a nuestros políticos decir que, por ejemplo, los impuestos deben subir para equipararse a los de los países de la UE. ¿Se aplicaría esa equiparación también al SMI?
En la tabla adjunta se pueden ver los SMI brutos de aquellos países que por ley lo tienen, así como el IVA general que rige en el país en cuestión a fecha de Junio de 2013.
A primera vista se pueden observar datos bastante interesantes. Por ejemplo, Rumanía con el SMI más bajo tiene uno de los tipos de IVA general más altos. En el caso contrario está, por ejemplo, Luxemburgo, que con el SMI más alto de toda la UE tiene el IVA también más bajo (15%).
Visto lo visto, ¿podrías decir que el SMI que se cobra en España es ”suficiente”?
