La actual crisis que enfrentan muchas familias ha hecho que gastos comunes se conviertan en verdaderas pesadillas. Cada vez es más difícil la tarea de llegar a final del mes. Precisamente por eso, los gastos cotidianos han sufrido una reducción drástica, ya que no queda otra cosa en la que reducir. Y entre algunos de esos gastos se encuentran los trayectos en coche, ya sea por trabajo, por otro tipo de necesidades o por placer. Con la gasolina por las nubes y sin mucho margen de ahorro en ese sentido, las familias optan por evitar las autopistas con peajes y realizan sus traslados carreteras alternativas públicas de la red principal o secundaria.
Sin embargo, la pregunta que nos hacemos en el titular de hoy sobre si compensa circular por trayectos alternativos a las autopistas para no pagar peaje no es una cuestión banal. Evidentemente el ahorro está claro en el momento en que el dinero del peaje lo podemos destinar a otra cosa. Y siendo muchos de esos peajes realmente costosos, no cabe la menor duda de que salimos ganando. Sin embargo, no en todos los trayectos compensa.
Algunos casos en los que la autopista puede ser la mejor opción
Aquellos trayectos en los que las vías alternativas suponen más kilómetros no siempre son recomendables, ya que al final el ahorro que se produce en el peaje acabará por pasarnos la factura en el tanque de gasolina.
Si necesitamos llegar a un lugar lo antes posible, el ahorro de tiempo que por lo general nos permite la autopista no se compensa casi nunca por carretera. En este caso no se trata de un ahorro económico, pero sí de un ahorro importante para nuestro día a día, ya que el tiempo también es dinero.
Por lo general, el asfalto de las carreteras nacionales de la red primaria y secundaria no se encuentra en las mejores condiciones. Y aunque algunas autopistas de peaje también dejan mucho que desear para el pago que solicitan, por norma general, el coche sufre menor desgaste por segundas que por las primeras. Y por lo tanto, elementos como neumáticos y dirección se desgastan menos.
Está claro que lo ideal sería que los peajes fuesen más asequibles, ya que circular por ellos, además de un coste que no puede asumirse en muchos casos supone también un mayor consumo de carburante por la velocidad. Pero este es el panorama actual, y creo que elegir una carretera de peaje cuando hay una alternativa puede ser válido en algunos casos, aunque en la mayoría, como hemos comentado en los primeros párrafos, la norma actual de las familias es escaparse de estos gastos.
Imagen: Contando Estrelas