Ventajas e inconvenientes de ser autónomo

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Ante la precariedad del mercado laboral, muchas son las personas que deciden darse de alta como autónomo. Sin ir más lejos, España es el quinto país de la Unión Europea con el mayor número de autónomos sin asalariados. Durante los nueve primeros meses del año 2013, el número de trabajadores autónomos en España creció un 2,05%; una cantidad hasta seis veces mayor que la media del crecimiento de trabajadores autónomos para el conjunto de Europa. Los datos nos confirman que convertirse en autónomo parece haber sido la alternativa escogida por muchos de nosotros. No obstante, antes de tomar una decisión como esta, hay que informarse bien de las ventajas e inconvenientes de ser autónomo.

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Puesta en marcha

Una de las ventajas de darse de alta como autónomo es que es mucho más rápido y sencillo que constituir una sociedad. A diferencia de una sociedad mercantil, no es necesario un proceso previo de constitución. Se trata de la forma más rápida, barata y sencilla de dar de alta un negocio. Además, el autónomo es la figura que menos gestiones y trámites requiere, lo que se disminuye notablemente los costes de asesoramiento.

Responsabilidad

Uno de los inconvenientes de ser autónomo reside en la responsabilidad de estos. A diferencia de una Sociedad Limitada, el autónomo carece de la limitación de responsabilidad. Al no haber diferencia entre el patrimonio personal y empresarial, el autónomo deberá responder ante las deudas de su negocio con todos sus bienes presentes y futuros.

Fiscalidad

En lo referente a temas fiscales, particularmente a los impuestos por los beneficios; el autónomo presenta una mayor dispersión. El impuesto sobre beneficios, generalmente en el caso de las PYMES, tributa a un 25%. Sin embargo, el autónomo tributará por sus beneficios mediante el IRPF, que dependerá del tipo de gravamen que le corresponda según base imponible. A mayor beneficio, mayor tipo de gravamen. A diferencia de un tipo fijo del 25% en el caso de una sociedad, el autónomo tributa en un umbral de entre el 7% y el 52%. Normalmente, se recomienda constituir una sociedad cuando los beneficios anuales son superiores a 40.000 euros. Dependiendo de nuestro beneficio, el hecho de ser autónomo nos puede perjudicar o beneficiar.

Flexibilidad

El autónomo tiene total libertad en la gestión de su empresa. Al ser tu propio jefe, eres tú quien decide sobre cuestiones de horarios, objetivos y demás decisiones. Por lo tanto, serás exclusivamente tú quien tomará todas las decisiones correspondientes al negocio en función de tus objetivos e intereses, otorgando así una flexibilidad mucho mayor a la que se encontraría en cualquier otra empresa como asalariado.

Imagen

Un inconveniente del autónomo es la imagen que transmite de cara a terceros. Las sociedades suelen ofrecer una imagen más profesional, lo que nos puede perjudicar ante otros entes del mercado como las instituciones financieras, proveedores o los mismos clientes. Si la competencia directa de nuestro negocio está formada principalmente por sociedades es recomendable, a nivel de imagen profesional, constituir una sociedad. Lo mismo sucede en el caso de necesitar financiación. Si nuestro negocio requiere de alguna inversión, se recomienda tener la imagen profesional que una sociedad te brinda.

Espero que este artículo haya ayudado a tener un poco más claras las ventajas y desventajas que tiene ser autónomo. Como recomendación final, si deseas montar tu propio negocio y no puedes permitirte una gran inversión, lo mejor es empezar como autónomo para después, si prospera, acabar constituyendo tu propia sociedad.

Archivado en Autónomos, Emprendedores, Mercado Laboral
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