Como hemos visto en anteriores artículos, hacemos una clasificación en la relación que existe entre la situación actual o tradicional de la empresa y los nuevos desarrollos, tanto en lo que se refiere a los productos como a los mercados. Se identifican dos estrategias básicas que podemos denominar como expansión y diversificación.
Vamos a proponer una clasificación de estrategias de desarrollo que incluye todas las posibles direcciones que una empresa puede seguir a partir de su actual cartera de negocios. La identificación de las estrategias de desarrollo se puede hacer a partir de una determinada definición del campo de actividad. Esta definición viene dada por la composición de la cartera de negocios en el momento actual. Las distintas alternativas se construyen a partir de cuatro criterios que subyacen en el esquema propuesto:
– Que la estrategia elegida suponga o no una modificación del campo de actividad de la empresa
– Que la estrategia elegida implique crecimiento o no
– Que se siga actuando o no con los mismos productos y en los mismos mercados
– Que los productos y los mercados en los que la empresa se desarrolla tengan o no relación con los tradicionales, así como el tipo de relación mantenida
Se considera que existe un producto nuevo cuando varía la función o la tecnología empleada. Se considera que un mercado es nuevo cuando se varía la función de un producto o se cambia el grupo de clientes al que va dirigido.
Se pueden identificar las siguientes estrategias o direcciones de desarrollo:
Estrategia de consolidación: cuando la empresa trata de mantener los negocios actuales en los niveles actuales. Podría presentarse en industrias maduras o en declive para mantener y proteger su posición actual. No supone modificación del campo de actividad y representa una ausencia de crecimiento.
Estrategia de expansión: la empresa se desarrolla manteniendo una estrecha relación con la situación actual bien sea a partir de los productos tradicionales, los mercados tradicionales o ambos. Supone crecimiento y puede suponer o no modificación del campo de actividad.
Estrategia de diversificación: la empresa se introduce en nuevos productos y mercados. Según que el nuevo negocio mantenga o no relaciones con los anteriores hablaremos de diversificación relacionada y no relacionada. Implica crecimiento y modificación del campo de actividad.
Estrategia de integración vertical: la empresa se introduce en nuevos negocios que están relacionados con el ciclo completo de explotación de su producto principal. Según esté situado en la fase anterior o posterior del producto hablaremos de integración vertical hacia atrás y hacia delante. Es una forma de diversificación por lo que implica crecimiento y modificación del campo de actividad.
Estrategia de reestructuración: la empresa decide recomponer su cartera de negocios, lo que implica el abandono de uno o algunos de sus negocios actuales. Normalmente se mantiene el tamaño o incluso lo reduce, sí implica una modificación del campo de actividad.
Estos son las cinco principales direcciones de desarrollo, las cuales tienen unas características diferenciales que nos dan posibilidad de estudiarlas por separado.