El último informe publicado sobre el desempleo en Europa pone los pelos de punta. De hecho, nos encontramos con que España lidera todas las regiones en el Top 5 de las que más desempleados acumulan. Esto significa que si ponemos una división por regiones en toda la Europa de los 28, aquellas en las que se concentran un mayor número de parados, concretamente las cinco primeras, se encuentran en España.
La lista del desastre del desempleo la forman: Andalucía, Ceuta, Melilla, Canarias y Extremadura; por ese orden. Pero si seguimos analizando los datos, aún hay más sustos, en los primeros 10 puestos de regiones con mayores tasas de desempleo en la Unión Europea, España cuela a dos comunidades más; a Castilla La Mancha en el puesto 7 y a Murcia en el 8. El resto de la lista lo conforman dos regiones griegas y un territorio de ultramar francés, la isla de Reunión.
Desde luego, con datos tan malos como los que hemos obtenido, en los que 7 de las 17 comunidades están entre las que más desempleo tienen de toda Europa, y el resto superan con creces la media de paro de toda la Unión Europea, no parece que estemos tomando demasiadas medidas. De hecho, con unas cifras tan alucinantes, que son además un reflejo de que vamos a perder a una generación completa de jóvenes habría que tomar medidas serias, drásticas y sobre todo arriesgadas.
Conformarse con una reforma que destruye empleos, con contratos a tiempo parcial que solo implican perder poder adquisitivo, y con una ley de emprendedores que supone que hay que pagar nada más empezar, en lugar de incentivar el autoempleo con exenciones de impuestos como hacen otros países, no vamos a llegar muy lejos. Porque un trabajador genera ingresos al Estado, y no pérdidas como un parado. Y hasta que se entienda, y se actúe en correspondencia, no vamos a lograr nada.
Imagen: Contando Estrelas