El petróleo no está pasando por los mejores momentos para los países productores. Lo cierto es que en estas naciones la caída de precios del crudo ha generado importantes polémicas que no acaban de resolverse. De hecho, muchos de los que configuran la OPEP, han mostrado su preocupación por el bajo precio del barril, más aún cuando Arabia Saudí, el principal productor, se ha mostrado favorable a esta nueva etapa y ha asegurado además sentirse cómoda con el precio más bajo compensándolo con una mayor producción.
El nuevo enfoque viene dado porque las nuevas técnicas de extracción han hecho que los EE.UU, mayor consumidor a nivel mundial, tengan sus propias reservas, que se suman a las que han ido comprando a lo largo de los años en el pasado. Y justamente ese nuevo escenario requeriría que el petróleo costase menos para hacer inviables nuevas extracciones. Y aunque Arabia Saudí quizás pueda permitírselo, otros productores más pequeños con una dependencia económica casi total del oro líquido han puesto en grito en el cielo.
Y cuando todo parecía haber tomado un enfoque claro, con Arabia Saudí en un lado y algunos otros países apoyando la tesis para un futuro asegurado pudiendo vivir de la renta petrolera, el príncipe de su nación no parece compartir la opinión del ministro de Petróleo Saudí. De hecho, ha hecho unas declaraciones públicas que se han publicado en diversos medios internacionales en las que se muestra preocupado por la nueva postura, y sobre todo, por que su ministro haya dicho que están cómodos en ese rango de precios que podría quedarse en los 80$. Ha aprovechado a recordar que por el momento, Arabia Saudí depende de la renta petrolera en un 90%, con lo que cualquier caída pasará factura a su crecimiento.
¿Se mantendrá el petróleo a estos bajos precios? ¿Lo notaremos en nuestra factura de combustibles?
Imagen: Francisco Montero
