Hace unos días os hablábamos del temor europeo por el precio del petróleo, y parece ser que si eran preocupaciones importantes como nos indican las nuevas noticias.
La gasolina ha tocado este lunes máximos anuales sobre los 1,448 euros por litro, con lo que encarecerá los traslados de quienes elijan el coche para desplazarse estas vacaciones.
Según los datos del boletín petrolero de la UE, la última vez que el carburante alcanzó este nivel fue a mediados de septiembre de 2013. En cuanto al gasóleo, el precio de esta semana no llega a ser récord anual con un coste medio de 1,340 euros por litro.
La gasolina se encareció un 1,4% en la última semana y su precio es ahora un 2,9% superior al de enero, así como un 1,6% superior al de la misma semana del año pasado. Además, tanto este carburante como el gasóleo, convertido en los últimos años en el más usado ante el empuje de los coches diésel, seguirá subiendo a corto plazo. No le ha quedado más remedio al Gobierno que reconocer los hechos.
Una de las principales razones es la escalada de tensión en Irak, que ha espoleado la cotización del crudo en las últimas semanas, aspecto que incide en los precios internacionales de los carburantes. El encarecimiento del petróleo se apreció especialmente la semana pasada. En concreto, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, llegó a cotizar el pasado jueves a 114,3 dólares, mientras que el Texas sweet light americano se ha intercambiado a 106,22 dólares.
Con la subida de la última semana, llenar un depósito de 55 litros de capacidad ha pasado de costar 78,48 euros a 79,6 euros, mientras que si el carburante elegido es el gasóleo, el aumento es de 1,1 euros, hasta los 73,7 euros. A este respecto, uno de los fenómenos que se aprecian en la actual evolución de precios es el ensanchamiento de la brecha entre la gasolina y el gasóleo. El primero de estos combustibles cuesta 10,8 céntimos de media más que el segundo, una diferencia desconocida en los últimos años.
A pesar del repunte, los carburantes siguen costando en España menos que en la media de la UE, donde el precio de venta al público del litro de gasolina asciende a 1,586 euros y a 1,614 euros en la zona euro. Por su parte, el litro del gasóleo asciende a 1,427 euros de media en la UE de los 28 y 1,401 euros en la zona europea.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una presión fiscal menor.