Estamos viendo cambios realmente importantes en la economía española. Aunque muchos indicadores macroeconómicos son realmente positivos, todavía contrastan con la realidad de las economías domésticas. Sin embargo, sí que es cierto que hay un asunto financiero que casi todos estamos viendo en cuanto a los bancos. Se han reducido los intereses en todos los sentidos, tanto los relacionados con el ahorro, como aquellos que tienen que ver con las hipotecas y préstamos.
Precisamente en esos últimos, en los préstamos, se ha notado una importante bajada en cuanto a los créditos que se otorgan a las empresas, así como en las hipotecas que se ofrecen a los particulares. En ambos casos, estamos viviendo una guerra bancaria muy similar a la que se dio hace ya algún tiempo en cuanto al interés al que se remuneraba a los clientes por tener depósitos bancarios. Está claro que en este juego todo vale, y que el cliente está ya cansado de todas las jugarretas que le han hecho los bancos, y que por lo tanto, se encuentra dispuesto en la mayoría de los casos a ir al mejor postor.
De todas maneras, más allá de la estrategia que utilizan los bancos rebajando el coste del crédito para las empresas y para las hipotecas, hay que decir que se trata de una genial noticia, ya que en realidad nos encontramos con que tanto las empresas por falta de liquidez para mantenerse en pie y continuar invirtiendo, como el mundo inmobiliario que se encontraba todavía estancado por la burbuja que hemos vivido necesitaban un buen balón de oxígeno. Y todo lo que sea oxígeno para la economía se nota en el corto plazo. Así que en ese sentido, aunque la guerra esté abierta entre las entidades bancarias, hay que reconocer que con ella, ganamos todos. Al menos todos los que buscan un préstamo empresa o una hipoteca nueva.
Imagen: Maria Elena
