Hoy en día Internet nos ha puesto al alcance de la mano multitud de productos y servicios, los cuales hace no muchos años estaban marcados por un canal claro de comercialización o distribución. Uno de los servicios que están aflorando en los últimos años son los servicios de asesoramiento y plataformas para operar en mercados financieros.
Día tras día vemos nuevas plataformas que nos permiten operar en los mercados financieros e intentar sacar tajada de los movimientos bursátiles; especialmente debemos prestar atención a aquellas que nos ofrecen participar en mercados no organizados, tales como las que permiten las operaciones con CFDs u otro tipo de derivados no cotizados.
Hace unas semanas, me ha llegado una comunicación de la CNMV alertándome de la existencia de servicios de inversión no registrados, ante los cuales carecemos de protección, pues carecen de la autorización del organismo supervisor para ofrecer ese tipo de productos y servicios. La CNMV nos advierte que tengamos en cuenta que operar con entidades no registradas deja al inversor en una situación de total desprotección ya que la entidad no dispondrá de medios organizativos y técnicos adecuados para llevar a cabo la actividad, no cumplirá con las normas de conducta establecidas en la normativa (entre otras, informar adecuadamente sobre las características y riesgos de los productos, sobre los costes o comisiones aplicables o la realización de la evaluación de la conveniencia o idoneidad, según corresponda), y no se sabrá cuál es el destino real de los fondos. Además, el inversor no podrá gozar de la protección de los sistemas de indemnización de inversores.
Por ello es muy importante comprobar si la empresa con la que vamos a operar, está registrada. Esto lo podremos hacer a través de la CNMV. Servicio en el cual teclearemos el nombre de la sociedad en cuestión que nos ofrece los servicios de inversión.
Síntomas claros de que nos encontramos ante un chiringuito financiero se dan en aquellos casos en que nos ofrecen alta rentabilidad fuera de la sintonía del mercado, sin informar claramente de los riesgos. Debemos huir de aquellos portales que utilizan un lenguaje muy técnico que no entendemos y en los que nadie se digna a explicarnos con claridad la operativa. Debemos solicitar siempre la copia del contrato para leer con detenimiento antes de firmar cualquier tipo de compromiso y en caso de dudas, recurrir siempre a la Oficina de Atención al Inversor, que pone a nuestra disposición la CNMV.
El consejo es que operemos con aquellos intermediarios que nos ofrezcan total claridad, sencillez y transparencia. Es recomendable escoger alguno que nos ofrezca información y formación acerca de los productos comercializados.
¿Alguna vez te has visto inmerso en una estafa a través de un chiringuito financiero? Estaríamos encantados de que nos trasladaras tu experiencia
