Combatir la desigualdad es un tema que ha preocupado desde siempre y que en ocasiones da lugar a iniciativas bastante curiosas que llaman la atención en todo el mundo. Es el caso de lo que han propuesto en los Estados Unidos, concretamente desde Seattle, una ciudad que parece querer tomarse muy en serio eso de las estadísticas, ya que son la que menos clase media tienen dentro del mismo estado. Así que para solucionarlo, han decidido hacer una especie de subvención del transporte público para los que menos tienen.
Las tarifas del transporte urbano se mantienen exactamente igual que hasta ahora, pero aquellos que mediante su identificador estén catalogados como individuos o una unidad familiar cuyas rentas sean bajas (y como bajas se entiende al doble de lo que se consideraría ser pobre), podrán abonar tan solo el 50% de la tarifa oficial. Es decir, supondrá un ahorro de la mitad de precio frente a lo que venían pagando hasta ahora.
En realidad, buena parte del mundo se ha fijado en la propuesta, y en mi caso, lo que más me ha llamado la atención es el hecho de lo que se considera pobre en los Estados Unidos. De hecho, la subvención de la que te he hablado antes para el transporte en la ciudad de Seattle quedaría fijada para todos aquellos que ingresen menos de 23.340 dólares al año. Si lo adaptásemos a España, al tipo de cambio actual de divisas, muy probablemente la mayor parte de los billetes tendrían la mencionada subvención con nuestros actuales salarios medios y salario mínimo.
Es cierto que son culturas distintas, y también que la medida es excepcional porque en Seattle se concentran rentas que están por debajo de esa cifra, y rentas que superan los 125.000 dólares, pero apenas hay tramos intermedios. ¿Qué te parece la idea? ¿Crees que algo así funcionaría en España o en algún otro país europeo?
Imagen: epSos .de