Como cada dos semanas, aquí nos encontramos una vez más, en la segunda entrega de Made In China.
Este artículo de hoy tratará sobre un tema bastante interesante a la hora de contextualizar el resto de entradas que haré en el futuro: los tópicos chinos, qué hay de verdad y de no tan cierto en las ideas que tenemos preconcebidas sobre el gigante asiático y sus ciudadanos y, también a la inversa, cómo nos ven ellos a nosotros, los 老外 (laowai, que quiere decir, extranjero).
China es Comunista
Si alguien aún cree que la República Popular China es comunista se equivoca de largo.
Entiendo que el hecho de que el país del oso panda actualmente esté gobernado por el Partido Comunista Chino, pueda generar un poco de confusión, pero el único partido legal del gigante asiático, de comunista solo tiene el nombre y la simbología.
China es uno de los países más ferozmente capitalistas que hay en la actualidad: el dinero es lo que mueve a este país y a sus gobernantes, igual que en casi cualquier otro país del mundo y se paga por casi todo (incluyendo hospitales y escuelas).
Las desigualdades entre ricos y pobres están extremadamente marcadas, mientras los ricos se desplazan en súperdeportivos de lujo, la mayor parte de la población a duras penas sobrevive con poco más de 1-2€ al día, rozando el umbral de la pobreza.
En China son muy trabajadores
Como en todos los sitios, en China hay de todo, gente exttremadamente trabajadora y competente y el típico vago de oficina que intenta echar el máximo de horas sin hacer nada mientras piensa que es el más listo de todos por no dar palo al agua y sacarle dinero al empresario.
En este país muchas veces se consiguen las cosas a base de esfuerzo colectivo, en mi empresa anterior teníamos a un jefe que creía que el 80% del trabajo se realizaba exclusivamente gracias al 20% de la plantilla que era compentente, aplicando muchas veces la máxima de “tu contrata a muchos, estadísticamente alguno tiene que haber que sepa hacerlo”, claro que, muchas veces contratar a una persona competente puede costarte lo mismo que 5-6 de los que tal vez solucionen el problema de forma azarosa, por lo que a algunos de los empresarios piensan que les compensa y ponen a esta gente extra a hacer otras tareas (en el departamento de márketing de mi anterior empresa ni una sola persona había estudiado nada relacionado con el campo en la universidad –todos eran recién graduados, que “salen más baratos” porque tiene que coger experiencia-).
Los chinos son un poco guarretes
Error también. Es cierto que en algunas ciudades, sobretodo las más modernas experimentan movimientos migratorios muy rápidos del campo a la ciudad, donde las familias no acaban de adaptarse muy bien a las normas tácitas de convivencia como el no escupir en la calle, no dejar que tus hijos orinen o hagan sus necesidades en la calle o simplemente respeten las colas a la hora de entrar en el metro.
Pero también es cierto que ya hay familias que llevan varias generaciones en ciudades tan cosmopolitas como Hong Kong, Shanghai o Beijing y no dudan en soltar una reprimenda a los que ensucian la ciudad o no respetan las normas básicas de convivencia.
Aún así y, a modo de queja inútil, he de decir que el tráfico en las ciudades chinas es un caos, si pensábais que no se podía conducir peor en italia, es que no habéis estado en Pekín, en Shanghai o en Shenzhen, a parte de conducir fatal, hay que añadirle que los giros a la derecha están permitidos sin necesidad de ue lo permita el semáforo, tal y como pasa en Estados Unidos y que las bicicletas y motos eléctricas no siguen ningún tipo de norma o regulación, circulando por aceras, calzadas y en todas direcciones, incluso la opuesta al sentido de la marcha, convirtiendo al peatón en una figura de alto riesgo.
Los chinos solo comen arroz
Hay platos de lo más variados y en la mayoría de ciudades con unos pocos extranjeros se pueden encontrar productos importados con muchísima facilidad, aún así, el arroz y los fideos forman parte de la dieta básica del sur y del norte respectivamente, como podría serlo para nosotros el pan o la pasta.
Es curioso ver cómo los chinos disfrutan de comidas que nosotros consideraríamos un poco raras, como los cartílagos y las vísceras de algunos animales de granja o corral, o ver cómo aprovechan absolutamente todas las partes del pollo: para la sopa le echan la cabeza entera del pollo y para enseñarte que es pollo de verdad ¡te la sirven en el plato!).
También hay otras cosas que es mejor no explicar para no herir sensibilidades, pero sí, en el sur se come perro.
Los chinos lo falsifican todo
Prácticamente todo, hasta al punto de llegar a falsificar huevos de gallina mediante productos químicos por ahorrarse unos pocos céntimos de euro cada 1000 unidades, poniendo la seguridad alimentaria en riesgo.
Afortunadamente, las cosas están cambiando y a nivel tecnológico empresas chinas empiezan a despuntar con tecnología propia, como sería el caso de Xiaomi, Huawei o ZTE con sus teléfonos móviles, conocidos y respetados en todo el mundo.
Los chinos son muy de aparentar
Sí, rotundo: conozco chinos que han dejado de comer carne durante varios meses para poder comprarse un iPhone o un teléfono de Samsung, aquí lo que premia es poder decir “mira, yo también tengo suficiente dinero como para permitirme este pequeño lujo”, aunque creo que esto también pasa en España más de lo que nos gustaría admitir…
En China no existe la libertad de expresión
Es un tema controvertido. Estando aún en China no sé hasta que punto es inteligente hablar abiertamente del tema (y menos en fechas tan cercanas al 4 de junio -echadle un ojo a la Wikipedia-), pero solo con decir que hay muchas redes sociales bloqueadas, creo que es suficiente.
¿Cómo se nos ve en China, siendo nosotros extranjeros?
Para el chino medio, cualquier extranjero caucásico es una rareza venida de Estados Unidos (realmente da igual de donde seas, para ellos eres americano), que habla solo inglés, está forrado y es extremadamente listo (los chinos que no han salido nunca de China tienen un complejo de inferioridad grave).
Es habitual, en las ciudades con menos extranjeros o con más migración interna, que la gente –especialmente los niños- se te queden mirando mientras paseas por la calle, llegándote incluso en algunos casos a hacerte fotografías.
Con esto finaliza el artículo de hoy, en el próximo, que se publicará dentro de dos semanas, empezaremos a hablar sobre temas más relevantes para los lectores de CapitaLibre, en concreto, sobre cómo buscar trabajo en China.
