Si eres de los agraciados que les ha tocado un premio importante de la lotería, tras pasar por caja con hacienda y que se lleve el 20% de tu premio, seguramente te surjan dudas, como ¿qué hago con este dinero?.
Antes de nada comentar que esto son simples recomendaciones y opiniones personales, evidentemente tu debes hacer lo que creas conveniente con tu dinero, pero quizá te interese leer mis consejos.
Mi primer consejo es: ”olvídate de todas tus deudas”. Estira al máximo tu premio para tapar todos esos agujeros que tienes, cancela tu hipoteca, el préstamo personal del coche y cualquier tipo de deuda que tengas. Probablemente en el banco te digan la de ”por la comisión de cancelación no te conviene cancelar el préstamo, haznos un depósito y ya lo seguirás pagando”. Quizá tengan razón afinando mucho en los números, pero la ligereza que le dará a tu día a día olvidarte de tus deudas, es algo que no tiene precio. Yo por ello siempre recomiendo negociar en la hipoteca una comisión de cancelación al 0% o muy barata, incluso aunque nos cueste un poco más el tipo de interés, pero el hecho de poder ir cancelando anticipadamente siempre nos quitará un peso de encima.
Mi segundo consejo es: ”planifica tus posibles gastos futuros para no tener que volver a endeudarte”. Generalmente es habitual que tengamos futuros gastos grandes como un nuevo coche, la universidad de nuestr@s hij@s, el viaje alrededor del mundo que quieres hacer el día que te jubiles, etc.
Mi tercer consejo es: ”piensa en tu jubilación”. Quizás eres joven pero ahorrar para esta se está convirtiendo en un básico, la tendencia tras las sucesivas modificaciones en política de pensiones es a reducir la cobertura que tiene nuestra pensión respecto al último sueldo, en línea con el resto de países de la OCDE.
¿Como puedo hacer para seguir estos dos últimos consejos? Mi principal recomendación es acudir a un asesor financiero, alguien con formación específica, si es posible con alguna acreditación reconocida y que sea lo más independiente posible. Recuerda que el director de la oficina que llevas toda la vida visitando su objetivo es colocarte el producto de moda de aquella campaña: preferentes, subordinadas, seguros de vida, rentas vitalicias, etc.
Una vez has acudido a un profesional en la materia debes asegurarte de marcar tus objetivos, y para ello organizar una estrategia que te permita acceder a ellos. Debes de tener más o menos claro el dinero que necesitarás en los distintos marcos temporales: colchón de liquidez a corto plazo, necesidades en 2-3 años, necesidades en 5-10 años, necesidades a jubilación.
Ahora que ya te ha tocado el premio de la lotería no comienzas de cero, por lo que te será más sencillo llegar a ellos; mi consejo para conseguir estos objetivos es realizarlo mediante inversión periódica, recuerda que entrar de golpe en cualquier tipo de producto de ahorro-inversión que dependa de la evolución de los mercados puede que no siempre salga bien, pero si entramos poco a poco el riesgo se reduce. Este tipo de estrategia, y la inversión en renta variable es recomendable siempre para periodos superiores a 10 años, la historia nos enseña que en periodos de más de 10 años la renta variable obtiene una rentabilidad superior a otro tipo de activos. Para tus objetivos a corto plazo debes buscar activos con menor volatilidad y riesgo, como depósitos, renta fija a corto plazo, seguros de ahorro, etc.
Mi segundo consejo para la consecución de tus objetivos es la diversificación. Poner todos los huevos en la misma cesta hace que puedas correr el riesgo de que se rompan, si tu decisión es invertir en renta variable, es decir en acciones de mercados bursátiles, lo mejor que puedes hacer es invertir en fondos de inversión de gestoras de alto reconocimiento y consagrados resultados, buscar dentro de su cartera un fondo con una alta diversificación que te ayude a preservar tu capital e intentar batir la inflación. No le hagas caso a ningún gurú que te diga que inviertas en un solo valor bursátil.
Quizá siguiendo estos consejos no llegues a tus objetivos, pero puede que estés más cerca de ello. Y recordad ¡¡No os endeudéis!!
¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
