La reforma fiscal o al menos la propuesta que por el momento conocemos no parece ser nada de lo que muchos pudieron haber pensado que vendría. Una nueva subida de impuestos indirectos, como el IVA, solo supondrá gravar a todo el mundo por igual y por lo tanto fomentar las desigualdades que ya han sido objeto de análisis por la Unión Europea, ya que España ha sido el país que más las ha acrecentado.
Pero ¿por qué se dice que la reforma fiscal favorece más a los ricos? Aunque pudiera parecer partidista, o incluso un discurso propio para achacarle a gobernantes conservadores a los que se les asocian este tipo de prácticas económicas, en Capitalibre los asuntos políticos nos importan menos que la objetividad económica, y son tres los puntos por los que nos sumamos a una tesis ya citada en varios medios de que esta reforma fiscal servirá a la clase alta más que al resto de clases, que por cierto, estas últimas fueron ya las que mayor poder adquisitivo perdieron, y no parecería ilógico devolvérselo ahora.
El primero es el que mencionamos en el primer punto. El IVA: Si subimos el IVA de algunos productos, estos productos costarán más. Es de lógica. Además, teniendo en cuenta que los márgenes de ganancia están ya muy contenidos y que apenas ha habido inflación, subirán sin lugar a dudas. Si los sueldos se mantienen o caen ¿quién tendrá que privarse o al menos bajar el consumo de estos bienes? El que menos gana.
Eliminar el impuesto de patrimonio: ponerlo costó trabajo. Y ahora que está, teniendo en cuenta por ejemplo el IBI que paga todo hijo de vecino por sus propiedades, que en muchos casos son la vivienda habitual y el negocio familiar, me parece fuera de lugar que en un momento en que hemos incumplido déficit hagamos que los grandes patrimonios se queden sin tributo. ¿A quién favorece esto? Solo a ellos.
El dichoso IRPF: aunque puede haber cambios sustanciales en la reforma final, por el momento lo único que se atisba es una vuelta a lo que había antes de la reforma. Es decir, no nos bajarán los impuestos, y si lo hacen, tan solo una pequeña parte de la población real podrá beneficiarse de ésta bajada. Lo cierto es que pagaremos lo mismo que en 2011, o quizás, algo más.
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