Los planes de pensiones son un tema que deberíamos tener en cuenta para nuestro futuro, sobretodo por la cantidad de ventajas que nos pueden aportar a largo plazo, es decir, dentro de unos años cuando dejemos de trabajar. El porqué de un plan de pensiones ya lo hemos visto anteriormente ne Capitalibre.
En la mayoría de ocasiones, los planes de pensiones son adecuados especialmente para personas que han trabajado por cuenta ajena o por cuenta propia. Los que han trabajado por cuenta ajena les es ideal para completar la jubilación, ya que lo que cobremos del Estado puede llegar a ser insuficiente. También para personas que han trabajado por cuenta propia (autónomos), que muchas veces no cotizan lo suficiente al Estado y luego la jubilación les sale muy baja.
Y es que a fin de cuentas, un plan de pensiones es un “seguro” que nos ofrece la tranquilidad de que sea como sea nuestra jubilación, tengamos unos ingresos seguros de todo lo que hemos ido acumulando en nuestro plan. Porque basarnos tan solo en la pensión que teóricamente nos ofrece el Estado una vez nos jubilemos no es nada inteligente. ¿Por qué?, porque el Estado recibe el dinero de los trabajadores activos, el día que deje de recibirlos –sea por el motivo que sea– seguirá comprometido con ofrecerlo a los jubilados, ¿podrá hacerlo?
Pero desde un principio debemos plantearnos bien qué plan es más adecuado para nosotros. Como ya hemos visto en otra ocasiones, existen diferentes planes de pensiones, cada uno con sus características, elegir el mejor para nosotros es cuestión de saber qué necesitamos nosotros concretamente y qué podemos ofrecer en la actualidad. Aquí están los principales tipos de planes de pensiones:
– Renta variable mixta: el porcentaje de renta variable que manejamos oscila entre el 30% y el 75%. – Renta variable: se invierte un porcentaje superior al 75% de la cartera. – Renta fija a corto plazo: el fondo se invierte en una renta fija de dos años o incluso menos. – Renta fija a largo plazo: aquí tampoco se invierte en activos de renta variable, sino en una renta fija pero de un periodo superior a los dos años. – Renta fija mixta: un porcentaje inferior al 30% se puede invertir en rentas variables.
Si queremos un plan de pensiones podemos echar un vistazo y ver cual de los planes de pensones de los mencionados anteriormente nos puede interesar más. Por supuesto, si vamos a nuestro banco nos ofrecerán información al detalle para ver qué opción es la más adecuada para nosotros.
Tener un plan de pensiones aporta un extra de tranquilidad, ya que sabemos que es algo que tendremos asegurado para nuestra jubiliación. ¿Ya tienes el tuyo?