Todos estamos atentos a lo que pueda pasar con la reforma fiscal que actualmente está estudiando el ejecutivo. Se trata de una norma necesaria y que se ha pedido no solo por Europa, sino también por otros organismos internacionales. Además, el PP la llevaba en su programa y aprovechará a ajustar las subidas de impuestos que se han ido incrementando a lo largo del período. Sin embargo, muchos tememos que la bajada del IRPF se quede en una promesa, y que aunque no haya subida del IVA, podríamos ver nuevos tributos.
De hecho, se habló mucho sobre un nuevo impuesto que gravase la propiedad de la vivienda habitual. Algo que resulta realmente absurdo cuando el alquiler tiene desgravaciones en renta, y se supone que tener casa propia es algo positivo y no negativo en las políticas económicas. Esa opción ya la han descartado de palabra, pero podrían incorporar un tributo a las propiedades vacías que haría que muchos propietarios acabasen por ver aún más menguada su liquidez económica.
De hecho, bien sabemos que las economías familiares no van bien. La subida del IBI ha gravado y mucho a aquellos que tienen propiedades con la subida indiscriminada de sus valores catastrales, incluso por encima del valor del mercado en muchos ayuntamientos. Un impuesto a las casas vacías y a propiedades que no se alquilan podría suponer otro golpe más a ese colectivo.
La idea del gobierno sería de este modo reducir el gravamen que se aplica por transmisiones, añadiendo este nuevo impuesto por uso. Si estamos explotando la propiedad de forma comercial o la tenemos alquilada, el tributo sería menor o nulo. Si está vacía, habría que pagar más.
A mi las cuentas me salen redondas para el gobierno. Bajan un poco transmisiones que se dan una vez cada años, y apuestan por tener un impuesto fijo que habrá que pagar anualmente. Lo que no me salen son los números para las familias. Que con este impuesto lo tendrían aún peor.
Imagen: me dais poca industries
