La morosidad está disparada, sobre todo en lo que a las empresas se refiere. En poco menos de seis años, los créditos morosos (impagados) de los empresarios españoles se incrementaron en más de 100.000 millones de euros. En concreto, 103.172 millones más, un 277%, tomando como referencia los datos de 2008, con el inicio de la crisis y los correspondientes al primer trimestre de 2014, últimos facilitados por el Banco de España.
Sólo en las actividades industriales, el volumen de préstamos que no está al corriente de pago llegó casi a quintuplicarse en ese periodo, disparándose un 371%. De cerca le sigue el sector de los servicios, que incrementó su nivel de morosos en más de 77.000 millones de euros entre 2008 y 2014. Casi un 300% más.
Dicho de otra manera, la morosidad empresarial aumentó más de 15 puntos en seis años. Atrás quedó la tasa del 3,6% registrada en 2008, para pasar al 19,6% contabilizado el pasado mes de marzo. Sin embargo, la sorpresa llega cuando se analizan los datos por sectores.
Las empresas constructoras siguen siendo las que más tardan en pagar -su tasa de morosidad asciende a un 33%-, pero la nueva normativa de re-clasificaciones de créditos que impuso el Banco de España el año pasado dio origen a nuevos morosos.
Es aquí donde aparecen los hosteleros, que pasaron a ocupar el primer puesto en niveles de mora entre esos nuevos morosos. En los últimos seis años, este sector pasó de tener 749 millones de euros en créditos impagados a 6.355 millones.
O lo que es lo mismo, la morosidad del 2,34% que registró la hostelería en 2008 se convirtió en un 21,2% en 2014, siendo el año pasado el que acumuló más mora, un 23,2%.
Precisamente, fue en 2013 cuando las entidades financieras re-clasificaron sus créditos, disparando los préstamos morosos sobre todo en el tejido de las pequeñas y medianas empresas. Es por ello que la mora empresarial aumentó con creces el año pasado.
Ya en 2012 ocurrió una situación similar en el sector de la construcción, donde las tasas de morosidad se dispararon como consecuencia de los dos reales decretos del Gobierno que obligaron a los bancos a sanear sus activos inmobiliarios.
En la lista de nuevos morosos, tras los hosteleros, se encuentran los propietarios de comercios. A cierre del pasado mes de marzo, este sector registró una tasa de morosidad de un 15,2%, lejos del 2,8% anotado cuando empezó la crisis.
Es más, no pasaron por alto que, al igual que en 2012 afloró mora inmobiliaria y en 2013 se destapó nueva morosidad en el resto de sectores tras la re-clasificación de créditos que tuvieron que hacer las entidades, las mismas fuentes consultadas tienen claro que en 2014 pueden volver a aumentar los morosos como consecuencia de las pruebas de estrés que está realizando el Banco Central Europeo.
Hay quienes consideran que también aflorará más mora en el sector de las hipotecas tras esta revisión de carteras. Y es que hay personas en situación problemática que necesitan una re-estructuración de sus préstamos.
Las tasas de morosidad relacionadas con las familias siguen subiendo. En el caso de las hipotecas, supera ya el 6% -en concreto, un 6,3%-. Y en cuanto a los bienes de consumo, la mora es de un 7,2%.
