Estanflación es el concepto conocido por los economistas brasileños como estancamiento e inflación, y es que Brasil está pasando por un momento delicado en su economía que le costará el notable debilitamiento de la oferta que garantiza los principales ingresos del país, los cuales son la financiación todos los gastos básicos y fundamentales.
Actualmente se estima que al inflación en este país se sitúa en 1%, algo interesante de estudiar cuando el porcentaje óptimo se encuentra en un 2,8% según la situación económica internacional.
Se considera estanflación puesto que además de estos datos, en el estudio realizado al país latino muestra con claridad que al mismo tiempo, la inflación se mueve al alza desde el inicio del año y está no sólo por encima del objetivo de 4,5% sino también del techo de 6,5% del intervalo de referencia. Por lo tanto, Brasil atraviesa una situación de estanflación.
Pero no solo los datos estadísticos sobre sus altibajos en inflación son los que sorprenden a los economistas que aún estudian el caso de Brasil, y es que se ha estimado que desde los años 80 la nación ya atravesaba momentos de estanflación clara.
Estudiando la trayectoria económica de Brasil fijándonos única, exclusiva y minuciosamente, ha habido varias etapas que han marcado el bajo crecimiento económico y la elevada inflación, las mismas han marcado momentos de recesión importantes.
Después de más de 10 años sin problemas simultáneos de bajo crecimiento y elevada inflación. En concreto, identificamos situaciones de estanflación no sólo en el segundo y el tercer trimestre del 2014, sino también entre el tercer trimestre de 2012 y el segundo de 2013. Además, constatamos que el país atravesó seis períodos de estanflación desde el inicio de los años ochenta hasta el 2002. El primero y más largo entre 1982 y 1984, tras el repunte de los precios del petróleo y la crisis de la deuda externa; y el último, entre el final de 2001 y el segundo trimestre de 2002, inmediatamente antes de la primera elección de Lula.
Tras la realización de varios estudios sobre la economía brasileña y sus repetidas recesiones causadas a raíz de la elevada inflación y el bajo crecimiento económico, se concluye en una idea hipotética que resume que son precisamente los problemas de oferta los que han llevado a la economía brasileña a la situación en la que se encuentra actualmente, aunque la gestión de las políticas de macroeconomía también puede haber contribuido.
