La pobreza en Europa no solo no remite, sino que va a más. Las políticas centradas en la austeridad han hecho que las consecuencias de la crisis las paguen los más pobres, los más vulnerables y que por lo tanto, los riesgos de exclusión aumenten en un colectivo que ya antes pasaba necesidad. En concreto, el nuevo informe de Cáritas asegura que los países del Sur están todavía viviendo las graves consecuencias y clama por un cambio de rumbo.
El caso España según Cáritas
El informe de Cáritas señala una leve mejoría en el caso de la pobreza infantil, aunque los datos no dan para muchas alegrías. De hecho, el índice de pobreza infantil situaba en 2012 a España como el segundo país con más incidencia de dicho valor en Europa. Con los datos de 2013 nos quedamos como el cuarto país con más pobreza entre los niños de toda Europa. Tan solo Rumanía, Grecia y Bulgaria, por ese orden, superan nuestro 27,5%.
Otro de los problemas graves que presenta España y que hacen que la pobreza se dispare es la situación precaria de los jóvenes. El hecho de no poder conseguir trabajo, o de tener trabajos tan mal remunerados que apenas les permiten comer y vivir, hace que el futuro de toda esa generación sea realmente negro. Por eso se solicita con urgencia que se inviertan los fondos prometidos por Europa y que se gestionen de manera directa y responsable.
Respecto a los cambios que ha visto la organización en cuanto a las personas que les solicitan ayuda, aseguran que un 74% de los que acuden en busca de Cáritas son familias. Además, en 2012, un tercio de todos los que la solicitaron eran nuevos, es decir, nunca antes habían acudido a una ONG por la mala situación económica por la que pasan. Lo más solicitado es el alimento, aunque desde la organización también ayudan a las personas a buscar trabajo o vivienda.
Imagen: Stefano Mazzone