Se trata de esas cuestiones que nunca nos preguntamos cómo arreglar hasta que nos ocurre. Supongamos que tenemos un seguro que se supone nos tiene que cubrir una serie de arreglos que están en la póliza detallados, pero que por la razón que sea, se niegan a hacerlo, o no lo hacen en la forma estipulada. En ese caso, te planteas que quieres hacer una reclamación, y sabes qué tienes derecho, pero ¿cómo se hace una reclamación al seguro? Hoy vamos a intentar explicarlo por pasos.
Hojas de reclamaciones
Una de las primeras vías que deberías considerar es la hoja de reclamación. Éstas deben esstar expuestas en todos los negocios de cara al público, y los corredores de seguros no son una excepción. La solicitas, la rellenas con tus datos, y compruebas que haya 3 copias. Una se la queda la oficina, las otras dos te las llevas tú. La primera es para ti, y la segunda para que la envíes al organismo competente. Para saber a quién compete debes fijarte en el domicilio que te indican en la hoja. Cuántos más datos pongas para justificar tu reclamación, mucho mejor.
El defensor del cliente o el servicio de atención
Es otra de las opciones que tienes para tramitar un problema con tu seguro. Para saber cuál es el que corresponde en tu caso, debes revisar el contrato o buscarlo en la web de la aseguradora. En cuanto lo tengas localizado, redacta el escrito y envíalo. Ten en cuenta que el proceso para que respondan es de dos meses, y que están obligados a hacerlo. Aún así, mientras no lo hagan, no podrías iniciar la vía judicial. Si lo haces, automáticamente quedaría archivada la reclamación por esta vía.
La vía judicial
Es la más costosa, y la que más tiempo te llevará. Solo es recomendable acudir a ella cuando se tiene que reclamar un coste que vaya a compensar todo el procedimiento.
Imagen: M a n u e l
