La lista Falciani es actualmente portada de todos los diarios. Sin embargo, esa lista que ahora llega a los ciudadanos, ya llegó a manos de los principales gobiernos en 2010. Fue en aquel entonces cuando muchos países europeos, incluido España, decidieron tomar acciones. En el caso español, el cual ahora está en entredicho, lo que se hizo fue enviar una carta a todos los contribuyentes que aparecieron en dichos listados, invitándoles al pago. En realidad, lo que tendría que haber pasado es que Hacienda abriese de oficio una investigación, castigando a los evasores con intereses, sanciones e incluso, si se daba el caso, llevarlos por la vía penal.
Sin embargo, el ejecutivo de Zapatero consideró que como los delitos estaban a punto de prescribir, ya que los datos eran relativos a 2005, la mejor de las opciones era la de enviar una carta, creando lo que se conoció después como amnistía encubierta, en la que se recuperó solo una parte de todos esos capitales. Aunque es cierto que las pruebas de ese listado podrían ser consideradas ilegales, habiendo tiempo para llevar a los evasores ante la justicia, se le recrimina que no se haya hecho, y se haya optado por una opción light solo apta para millonarios.
Al actual ejecutivo del señor Montoro, lo que se le reclama es que al menos, siga con ese listado. De hecho, muchos delitos habrán ya prescrito, pero todavía quedan muchos contribuyentes que no se han puesto al día, ya que ignoraron la carta de invitación al pago que les enviaron desde Hacienda. Al final, lo que el ciudadano de a pie ve es que por muchas campañas que nos indiquen que Hacienda somos todos, finalmente, estamos muy lejos de pagar todos los que nos corresponde y que se apliquen las mismas reglas.
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