Las exigencias que vienen desde Bruselas y desde el FMI prometerían revolver aún más la desigualdad actual que vive España. Subir el IVA sería brutal para una economía que no arranca, en la que el consumo parece estancado y el riesgo de deflación aún no ha pasado. Pero la otra propuesta que ofrecen, la de reducir las cotizaciones sociales relacionadas con el empleo, sí que se demostraría como muy eficaz a la hora de generar nuevos puestos de trabajo en el más inmediato tiempo. Pese a que De Guindos ha negado ambas, un estudio realizado en el sector empresarial afirma que sería una de las medidas con mejor acogida.
Lo cierto es que lo que pagamos por tener empleados es un coste demasiado alto. Al menos si lo comparamos con la media de la Unión Europea, y si a esto le añadimos que los salarios han caído de forma considerable en los últimos tres años. Sin embargo, en las cotizaciones apenas se han notado cambios, porque aquellos que se asociaban a las más bajas bases de cotización por la rebaja salarial, han sido sustituidos por nuevos gravámenes como por ejemplo el reciente de las cotizaciones por pagos en especie.
Si el gobierno se decidiese a hacer la esperada rebaja de las cotizaciones sociales de forma general, buscando eliminar las pensiones no contributivas y otros subsidios de la caja de las pensiones; y accediendo a que no sean solo una rebaja periódica como lo es ahora el contrato nuevo de tarifa plana de 100 euros, los resultados que estima el sector empresarial son bastante alentadores.
Obtendríamos un 1% adicional de empleo durante el primer año de aplicación. Un porcentaje del 1,9% en el segundo, un 4% en el quinto año y llegaríamos hasta un 19,8% en el período que se marca el ejecutivo como meta. Lo que vienen siendo 330.000 puestos de trabajo netos tan solo con aplicar una norma de rebajar las cotizaciones sociales. Yo creo que el actual nivel de paro de España, bien justificaría la medida.
Imagen gustavv
