En esta nueva entrega de El Rincón del Inversor os hablaremos de un producto, no novedoso en los mercados financieros, pero si desde el punto de vista de que este año ha sido la primera vez que el Tesoro Español ha emitido este tipo de producto de renta fija. Se tratan de bonos ligados a la inflación.
Son al igual que el clásico bono a 10 años, que tanto sale en la prensa diaria, un producto de renta fija emitido por el Tesoro Público Español. La peculiaridad de este activo de renta fija es que el valor de su nominal evoluciona con la inflación.
La inflación, explicada de una forma resumida se trata del aumento sostenido de los precios de los bienes. Para ello una medida conocida para medir la inflación es el IPC (Índice de Precios al Consumo).
¿Qué supone que nuestro bono esté ligado a la inflación?
En el caso de los bonos tradicionales, nosotros compraremos un bono con un valor nominal de 1.000€ el cual nos ofrecerá un cupón periódico. Que el valor nominal del bono sea de 1.000€ no quiere decir que nos cueste ese importe, pero cueste lo que nos cueste al vencimiento del bono, tras haber recibido durante la vida del bono los cupones correspondientes, recibiremos el valor nominal del bono, es decir esos 1.000 euros.
En el caso de los bonos ligados a la inflación, ese valor nominal de 1.000 euros se incrementa en función de la inflación, en concreto el índice a tener en cuenta para medir esa inflación es Índice de Precios al Consumo armonizado ex-tabaco, publicado mensualmente por Eurostat. Esto significa que al incrementarse los precios de los bienes de consumo se incrementará el valor de nuestra inversión, con lo cual, recibiremos más cupón al pasar los años, y recibiremos un valor superior a su valor nominal inicial.
¿Qué ventajas tiene este producto?
Las ventajas de los bonos ligados a la inflación, es que estos mantienen su poder adquisitivo a lo largo de la vida en la que estará en circulación ese bono. Por lo tanto, el objetivo es que en el vencimiento recibamos el valor equivalente, al valor nominal en el momento actual. Poniendo un ejemplo sencillo, si con el valor nominal del bono podemos comprar 100kg de naranjas hoy, al vencimiento el tesoro público nos reembolsara una cifra equivalente a comprar 100kg de naranjas en el momento del vencimiento del bono.
¿Qué desventajas tienen los bonos ligados a la inflación?
El hecho de que se actualice su valor nominal hace que la rentabilidad inicial sea más baja que la de un bono tradicional con esta peculiaridad. Ejemplo de ello, vemos un bono en circulación con vencimiento en el mismo año, con un cupón del 3,80%, y una rentabilidad interna media del 2,69%. (La rentabilidad actual, está por debajo del cupón, porque el precio del bono supera a su valor nominal). Por el contrario, la emisión de bonos ligados a la inflación arrojaron una rentabilidad del 1,835% en el momento de su emisión.
De todas formas, como en el mercado el interés de los activos varía, es probable que estas rentabilidades asociadas a las distintas emisiones de los bonos cambien, todo dependerá de la oferta y la demanda que tengan los mismos.