La pobreza en España está alcanzando niveles récord. De hecho, el paro, los impuestos y sobre todo la precarización del empleo son las causantes de que las desigualdades y los colectivos más desfavorecidos hayan aumentado. Las organizaciones no gubernamentales están dando la voz de alerta, e incluso se han planteado iniciativas políticas sin precedentes como las de abrir los comedores escolares durante el verano para que los niños no pasen hambre. Pero dentro de un panorama realmente desolador, hay quién estudia nuevas vías de negocio. Ese es el caso de Carrefour con una cadena de supermercados ultra low cost.
El proyecto se llama Supeco, y la idea es que España sea como su escenario de prueba. Evidentemente nuestro país y su situación actual la convierten en un buen terreno para testar el nuevo modelo. Sin embargo, la que es definida como la cadena de supermercados pensada para las capas más bajas de la población pretende crearse su mercado habitual en los países del Este de Europa. Así que veremos el resultado que obtienen en el nuestro, porque con los dos años desde que se inaugurará el primero, y las siete tiendas que ya tienen, creo que pueden empezar a sacar conclusiones.
Y conclusiones también las quiero sacar yo. Particularmente, me da la impresión de que aunque pueda ser una gran idea, y que las ideas innovadoras como la propuesta de Carrefour sin una crisis como la actual no existirían; hay mucho de lo que preocuparse. ¿Vamos a asumir que se van a crear tiendas para pobres? ¿Acaso no habíamos ya superado ese tipo de conceptos en el siglo pasado? ¿Estamos dando un paso atrás con todo el trajín económico que hemos vivido en estos últimos años? Muchas preguntas, y muy pocas certezas. Pero desde luego, ya solo tener la duda hace pensar que no vamos por el buen camino.
Imagen: markhillary
