Es importante saber que en la economía actúan mercados, y su homogeneidad brilla por su ausencia. Cada mercado es diferente y se pueden agrupar según diversos factores útiles para la diferenciación.
Entre otros, los factores que influyen en la diversidad de los mercados existentes en una economía, son el número de demandantes y oferentes del mercado en cuestión, la homogeneidad o la diferenciación del producto que trata ese mercado, la transparencia en la información, las barreras de entrada y salida -fundamentales a la hora de entrar en el mercado que nos ocupe- y por último, la competencia existente en ese mercado, algo muy relacionado con las barreras de entrada y salida.
Hay mercados en los que no es demasiado difícil entrar a competir y tampoco es complejo salir de él en caso de fracaso económico, no obstante hay otros mercados en los que la dificultad es de tal grado que en ocasiones se hace imposible la entrada a competir en el mismo.
Es destacable que aquello que delimita la diferencia entre altas barreras o bajas, es entre otras cosas el capital necesario para entrar a competir, es decir, no es lo mismo la creación de un bar modesto en un barrio de Madrid, que implicarse en la entrada del mercado aéreo con la creación de una aerolínea o la entrada al mercado de las telecomunicaciones.
Concretamente este último ejemplo nos sirve para darnos cuenta de la verdadera dificultad que implica entrar a competir en un mercado con altas barreras. En este sector es imprescindible el alto capital inicial a invertir, puesto que para entrar en su funcionamiento se debe tener control sobre las redes de las telecomunicaciones.
Para entrar en situación y poder entender cuál es la situación a la que se enfrentan las empresas que actualmente operan en las telecomunicaciones, es necesario citar las más conocidas, tales como Telefónica Movistar, Vodafone, Orange. Las mismas tienen tal control sobre las redes que pueden permitirse el alquiler de las mismas a empresas de menores dimensiones para que comercialicen en el mercado y a su vez obtener una rentabilidad extra.
No obstante y a pesar de que solo unas pocas compañías de telefonía han podido permitirse entrar a competir en este mercado de la telefonía móvil -oligopolio-, en nuestro país no está permitido el monopolio ni en las compañías telefónicas ni en las telecomunicaciones, es por esta causa por la que Telefónica Movistar ha recibido críticas de sus competidores. Y es que esas otras empresas competidoras, han acusado a Telefónica de buscar una posición de abuso dominante, sobre todo tras la compra de Canal +.
Tras las críticas a la compañía y por alusiones, el presidente de Telefónica España, Luis Miguel Gilpérez ha animado a sus competidores a seguir su estrategia de expansión, aludiendo que el mercado televisivo está abierto a la competencia como cualquier otro, y que Telefónica compite con las cadenas de televisión por la compra de derechos como ha ocurrido con los de la Champion, que al final consiguió Atresmedia (Antena 3 y La Sexta).
La compañía explica y responde a las críticas de sus competidores que su estrategia de expansión de la telefonía móvil a las telecomunicaciones se basa en la creación de un paquete Fusión cada vez más jugoso e interesante para el cliente, y si sus competidores no pueden estar a la altura, ella no va a pagar por ello.