No es la primera vez que se pone el grito en el cielo por la falta de funcionarios en España. De hecho, numerosos colectivos han puesto énfasis en el hecho de que con los años de crisis, y la escasa oferta de puestos públicos se ha colapsado un sistema que debería haber estado mejor controlado y no solamente atento a las finanzas públicas, sino también a las necesidades ciudadanas. Mientras que para muchos seguimos teniendo muchos funcionarios y eso justifica casi cualquier recorte, cuando nos comparamos con nuestros países vecinos, vemos que las cifras de empleados públicos son mucho más bajas por habitante en España.
Y la falta de contratación se ha notado en la nómina pública final. De hecho, en la actualidad se cuenta con 2.522.631 de empleados públicos. Estos son menos que los que teníamos en el año 2012, dónde sumábamos un total de 2.685.837 en el primer mes de dicho año. Si hacemos una cuenta fácil, nos encontramos con una reducción de 163.206 empleados, o lo que es lo mismo en porcentaje, un 6% menos de los que teníamos en España hace dos años.
Con respecto a las administraciones y a la reducción de su personal, cabe destacar que en la que más se ha notado la falta de convocatoria de nuevos puestos ha sido en la Administración del Estado, que actualmente cuenta con una plantilla un 7,7% inferior. En el caso de los ayuntamientos, la bajada también ha sido importante, y en prácticamente todos ellos se han producido reducciones por encima del 6%. Las que menos han visto disminuir el número de empleados públicos han sido las Comunidades Autónomas, aunque a pesar de todo ello sí que se ha notado una bajada del 5,5% en el total de empleados de dichas administraciones.
En la mayoría de los casos, se ha logrado la reducción apelando a la no convocatoria de oposiciones, y por lo tanto, las jubilaciones y las excedencias se quedaban sin cubrir.
Imagen: Secretaría de Movilidad
