Si hay algún servicio que haya bajado de precio en el caso español con gran diferencia ése es precisamente el del mundo de la telefonía. En realidad, nos encontramos con que la competencia, y sobre todo la apertura del mercado a nuevos operadores ha permitido que las tarifas bajen de forma importante, y sobre todo, que sea el propio usuario el que elige con quién quiere estar y cuánto ha de pagar.
Sin embargo, el precio está influyendo notablemente en las nuevas altas, y los operadores tradicionales, en parte por sus abusivas políticas de permanencia, en parte por el hecho de que sus precios no ofrecen los mismos servicios que el de los operadores alternativo o low cost. Por un lado, vemos como con estos aumentan los GB disponibles para navegar, no se paga precio por minuto en las llamadas, o simplemente nos dan extras como el tráfico de llamadas VOIP incluido, o los bonos para complementar el consumo en un mes en el que nos pasamos.
Por esa razón, los datos hablan por sí solos y vemos como las nuevas altas de usuarios se concentran en dichas compañías. Los cambios de operador contabilizados en 2014 fueron 6.206.155 números móviles y el balance de clientes dejó con pérdidas a Movistar y a Vodafone, con ganancias pírricas a Orange y Yoigo, y la gran mordida de la tarta se la llevaron los operadores móviles virtuales. Está claro que el mercado ha cambiado, y que el hecho de que todas esas compañías utilicen las mismas líneas y tengan idéntica cobertura que las tradicionales, pero las ofrezcan a un precio más bajo y sin restricciones, ayuda a que sin lugar a dudas se pueda decir que a los consumidores les quedan ya muy pocas dudas. A excepción de las tarifas completas, en las que se incluyen todos los servicios y se logra un gran ahorro, pocas más veces compensa quedarse con las de siempre.
Imagen: srgpicker
